Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://hdl.handle.net/11531/43491
Título : La producción de la carne de caza : una carne desconsiderada
Autor : Morales Contreras, Manuel Francisco
Berenguer De la Peña, Jorge
Universidad Pontificia Comillas, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Palabras clave : 53 Ciencias económicas;5311 Organización y dirección de empresas;531103 Estudios industriales
Fecha de publicación : 2020
Resumen : La actividad cinegética y las actividades relacionadas, específicamente la comercialización y consumo de la carne de caza, están en el punto de mira en la sociedad actual. Mi objetivo es dar a entender que la carne de caza defiende muchos de los aspectos que sensibilizan al consumidor alternativo de carne. Además de cumplir las tendencias exigidas de la actualidad, es un recurso aprovechable que tiene gran impacto social y económico en España. Pienso que el escaso consumo de la carne de caza en España está ligado en buena medida a la desinformación y a un tratamiento generalizado injusto generado precisamente por esta desinformación. Por ello estudiaré y definiré en las siguientes páginas el proceso de producción y comercialización que acerca el producto al consumidor final. Me centraré en la carne de la caza mayor pues la carne de caza menor se orienta más al autoconsumo, la natural y autóctona, y aquella que se comercializa suele ser de granja desviándose de la razón de éste trabajo y eventualmente no presenta un proceso tan complejo en la comercialización. La evolución del deporte de la caza ha cambiado muchos desde principios del siglo XX a nuestros días. En 1900 los cazadores eran los propietarios de los cotos y la población de los pueblos colindantes eran ayudantes, ojeadores, batidores, perreros… que trabajaban al servicio del dueño del coto. Por supuesto entonces, no había comercialización de la carne caza y se quedaba para autoconsumo o alimentación de buitres y alimañas. En este aspecto, la comercialización, ha sido un proceso muy lento hasta llegar a nuestros días donde la venta de lo cazado es una práctica habitual en la que no se deja en el monte ni siquiera las vísceras de los animales. Más que una práctica comercial es una necesidad que viene impuesta por los gastos asociados al orgánico para realizar la actividad cinegética, que van desde el permiso para realizarla, el pago al veterinario y a la empresa que debe recoger los despojos, el pago de batidores y rehalas como mínimo. Hoy en día prácticamente cada pueblo tiene su coto de caza y la gran mayoría del pueblo es titular del coto del término municipal que generalmente contempla las dos modalidades de caza, mayor y menor. Con la menor es lo mismo que lo reflejado anteriormente, se queda para el autoconsumo, y con la mayor generalmente se comercializa para reducir gastos asociados
Hunting and related activities, specifically the commercialization and consumption of game meat, are in the spotlight in today's society. My aim is to make it clear that game meat defends many of the aspects that raise the awareness of the alternative meat consumers. In addition to complying with current demand trends, it is an exploitable resource that has a great social and economic impact in Spain. I believe that the low consumption of game meat in Spain is largely linked to misinformation and unfair generalized treatment generated precisely by this misinformation. I will therefore study and define in the following pages the production process that brings the product closer to the end consumer. I will focus on big game meat because small game meat is more oriented to self-consumption, the natural and native, and the one that is commercialized is usually farm-based, deviating from the reason for this work and eventually does not present such a complex process of production. The evolution of the sport of hunting has changed many since the beginning of the 20th century to the present day. In 1900 the hunters were the owners of the hunting grounds and the population of the surrounding villages were helpers in many ways… who worked at the service of the landowner. Of course at that time, there was no commercialization of game meat and it was left for self-consumption or feeding of vultures and vermins. In this aspect, the commercialization, has been a very slow process until arriving at our days where the sale of the hunted meat is a habitual practice in which not even the viscera of the animals are left in the mountain. More than a commercial practice, it is a necessity imposed by the costs associated with the organic to carry out the hunting activity, which includes from licences, the payment to the vet and to the company that has to collect the offal, payment for beaters, and lot more. Nowadays, practically every village has its own hunting reserve and the great majority of the village owns the municipal reserve, which generally includes the two types of hunting, big and small. With the smaller one it is the same as reflected previously, it stays for self-consumption, and with the larger one it is generally commercialized to reduce associated costs.
Descripción : Grado en Administración y Dirección de Empresas con Mención en Internacional
URI : http://hdl.handle.net/11531/43491
Aparece en las colecciones: KE4-Trabajos Fin de Grado

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