Terapia sistémica y terapia dialéctica conductual para el trastorno de personalidad límite.

Abstract

El objetivo de este escrito es analizar y evaluar con una revisión bibliográfica si la terapia sistémica y la terapia dialéctica conductual son eficaces para tratar a las personas que sufren del trastorno límite de la personalidad. Además, intenta comparar estas intervenciones y sus resultados en esta población. Intervenir terapéuticamente con las personas que sufren del trastorno límite de la personalidad es uno de los desafíos más grandes para los profesionales de la salud mental. Dentro de los trastornos de personalidad, las personas que padecen esta condición son los que más servicios consumen y menos se suelen beneficiar, ya que permanecen inalterados por los tratamientos. Además, estas terapias son una cuestión fundamental ya que resultan ser beneficiosas tanto para la persona, como para su familia, así como para la salud pública. Por consiguiente, esto hace que el evaluar la eficacia de los tratamientos terapéuticos sea una cuestión fundamental para los profesionales de la salud mental. Varias de las propiedades de los TP que se reconocen de manera más consensuada son especialmente convenientes para indicar que serían efectivas las terapias que tienen en cuenta el aspecto relacional en este tipo de pacientes. Algunas de estas cuestiones son: la complejidad y la cronicidad del trastorno, la egosintonía característica, los problemas de adaptación y las dificultades en las relaciones interpersonales. Algunos elementos que demuestran la utilidad de las intervenciones familiares son: la disminución de las conductas auto agresivas y suicidas, la mejora en la capacidad para controlar los impulsos y el descenso en el número de hospitalizaciones en estos pacientes. Otra terapia que por su modelo integrador es muy recomendado en las personas que padecen del trastorno límite de la personalidad es la terapia dialéctica conductual. Esta terapia trata concretamente los síntomas característicos del trastorno límite de la personalidad: impulsividad, dificultades en las relaciones interpersonales, inestabilidad afectiva y trastorno de identidad. La TDC se ha mostrado eficaz en la reducción de conductas auto líticas y auto lesivas, en psicopatología general, funcionamiento global, disociaciones, depresión y ansiedad.

This paper aims to analyze and evaluate with a bibliographic revision if systemic therapy and behavioral dialectical therapy are effective for people who have a borderline personality disorder. Also, it attempts to compare these interventions and their results. Treatment with patients who have personality disorders is one of the biggest challenges for mental health professionals. In particular, with those who have a borderline personality disorder. Within personality disorders, this particular one demonstrates high patterns of service utilization and don’t tend to benefit from them. Because of this, finding adequate therapy for these patients is fundamental for public health, their families, and themselves. Therefore, evaluating the efficacy of treatment is an essential subject matter for health care professionals. Several characteristics of personality disorders recognized in a consensual manner indicate that therapies that consider the relational aspect can be effective with these patients. Some of these traits are the complexity and the chronicity, the ego-syntonic characteristic, the adaptation problems, and the interpersonal relational difficulties. Some elements that demonstrate the utility of family therapy are the decrease of self-aggressive and suicidal behavior, the improvement in controlling their impulses, and the reduction of hospitalizations in these patients. Another treatment that, because of its integrated model, is very recommended to work with these patients is behavioral dialectical therapy. This therapy treats the specific symptoms that characterize borderline personality disorder: impulsivity, difficulties in interpersonal relationships, emotional instability, and identity disorder. BDT has shown its effectiveness in reducing autolytic conduct, general psychopathology, global behavior, dissociations, depression, and anxiety.