El consumidor sostenible

Abstract

La industria de la moda es uno de los sectores más contaminantes del mundo. Es responsable de una cantidad considerable de residuos, gases de efecto invernadero, deforestación y contaminación del agua. El proceso de producción, desde la hilatura hasta el teñido, consume mucha agua y utiliza productos químicos peligrosos para el medio ambiente. Además, la "moda rápida", que fomenta la producción de ropa a un ritmo frenético para seguir el ritmo de las tendencias cambiantes, ejerce más presión sobre el medio ambiente. Se anima a los consumidores a reflexionar sobre sus elecciones de moda para reducir su impacto ambiental y apoyar marcas éticas y sostenibles. En este mundo cambiante, han surgido nuevas pautas de consumo en la industria de la moda en respuesta a la creciente demanda de ropa más sostenible y ética. Los consumidores buscan ahora comprar menos pero mejor, apoyar marcas éticas y optar por materiales sostenibles como el algodón orgánico, el lino y el cáñamo. También está creciendo el "alquiler de ropa", que ofrece a los consumidores la oportunidad de alquilar prendas para ocasiones especiales en lugar de comprarlas. Las tiendas de segunda mano, que permiten a los consumidores vender o intercambiar su ropa usada en lugar de tirarla, también son cada vez más populares. Además, nuevas tecnologías como la fabricación digital, la personalización y la ropa inteligente también están contribuyendo a la creación de prendas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Dado que la industria de la moda evoluciona constantemente y está sujeta a numerosos cambios, es necesario educar a los consumidores para que consuman de forma más sostenible. Por ello, el objetivo de este estudio es analizar el comportamiento de los consumidores a través de los hábitos de compra de diferentes conceptos de segunda mano, detallando las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos. Asimilar qué están haciendo los gigantes del textil para ser más sostenibles y finalmente, a través de una encuesta, analizar el comportamiento del consumidor a través de la compra de ropa de segunda mano. Por lo tanto, podemos decir de este estudio que el consumidor está muy interesado en el mundo sostenible y participa en él, pero que necesita ser más consciente para hacer aún más. Las empresas textiles son conscientes de los problemas medioambientales, pero necesitan hacer más para tener un mayor impacto en el mundo.

The fashion industry is one of the most polluting sectors in the world. It is responsible for a considerable amount of waste, greenhouse gases, deforestation, and water pollution. The production process, from spinning to dyeing, consumes a lot of water and uses environmentally hazardous chemicals. In addition, "fast fashion", which encourages the production of clothes at a frenetic pace to keep up with changing trends, puts further pressure on the environment. Consumers are encouraged to reflect on their fashion choices to reduce their environmental impact and support ethical and sustainable brands. In this changing world, new consumption patterns have emerged in the fashion industry in response to the growing demand for more sustainable and ethical clothing. Consumers are now looking to buy less but better, support ethical brands and opt for sustainable materials such as organic cotton, linen and hemp. Rental clothing', which offers consumers the opportunity to rent clothes for special occasions rather than buy them, is also growing. Thrift shops, which allow consumers to sell or exchange their used clothes instead of throwing them away, are also becoming increasingly popular. In addition, new technologies such as digital manufacturing, personalisation and smart clothing are also contributing to the creation of more sustainable and environmentally friendly garments. As the fashion industry is constantly evolving and subject to numerous changes, consumers need to be educated to consume more sustainably. Therefore, the aim of this study is to analyse consumer behaviour through the buying habits of different second-hand concepts, detailing the advantages and disadvantages of each. To assimilate what the textile giants are doing to be more sustainable and finally, through a survey, to analyse consumer behaviour through the purchase of second-hand clothing. Therefore, we can say from this study that the consumer is very interested in the sustainable world and participates in it but needs to be more aware to do even more. Textile companies are aware of environmental issues, but they need to do more to have a greater impact on the world.