La influencia bidireccional entre los trastornos de alimentación y la dinámica familiar

Abstract

La prevalencia de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se ha incrementado considerablemente a lo largo de los últimos años, convirtiéndose en una de las problemáticas más relevantes respecto a la salud. A pesar de ello, su abordaje resulta complicado por su etiología multicausal, encontrándose vinculados a su aparición factores genéticos, psicológicos, socioculturales y familiares. Sin embargo, estos factores no solo funcionan como factores de riesgo o mantenedores, sino también como factores de protección, entre los que destaca la familia por ser el primer núcleo de contacto de la descendencia. Los progenitores actúan como guías para los menores y les ayudan en el proceso de construcción de su propia identidad y personalidad, la adquisición de costumbres, valores, mecanismos de adaptación social, habilidades comunicativas y en el desarrollo de su autoestima. Asimismo, la presencia de este trastorno entre los miembros del sistema familiar afecta a su funcionamiento global. El proceso de recuperación resulta complicado, pasando habitualmente por numerosos fracasos, lo que genera niveles elevados de estrés, falta de esperanza y frustración. Finalmente, estos sentimientos acaban desencadenando conflictos en las relaciones del sistema familiar. Por ello, la elaboración de un mayor número de programas de prevención junto con tratamientos que incluyan tanto a la persona con este trastorno como a la familia será de gran importancia, con el objetivo de eliminar o reducir la incidencia de los TCA.

The prevalence of Eating Disorders (ED) has increased considerably over the last few years, becoming one of the most relevant problems regarding health. Despite this, its approach is complicated by its multicausal etiology, being linked to its appearance genetic, psychological, sociocultural and family factors. However, these factors not only function as risk factors or maintainers, but also as protective factors, among which the family stands out as the first nucleus of contact of the offspring. Parents act as guides for children and help them in the process of building their own identity and personality, the acquisition of customs, values, mechanisms of social adaptation, communication skills and in the development of their self-esteem. Also, the presence of this disorder among members of the family system affects its overall functioning. The recovery process is complicated, usually going through numerous failures, which generates high levels of stress, lack of hope and frustration. Finally, these feelings end up triggering conflicts in the relationships of the family system. Therefore, the development of a greater number of prevention programs along with treatments that include both the person with this disorder and the family will be of great importance, with the aim of eliminating or reducing the incidence of ED.