Alteraciones en la percepción del dolor y en la regulación emocional por consumo de opioides

Abstract

El consumo de opioides se ha visto altamente incrementado en los últimos años, llegando a ser un problema de salud pública importante. Conlleva miles de muertes al año por sobredosis y gastos financieros importantes para tratamientos de desintoxicación. Uno de los principales motivos de este aumento es la sobreprescripción médica para el tratamiento de dolores desde leves hasta severos. Los opioides son sustancias altamente adictivas por sus propiedades relajantes y analgésicas, sin embargo, un mal uso de estas acarrea muchas consecuencias que incluso pueden revertir dichos efectos. La hiperalgesia inducida por opioides es uno de los efectos adversos que ha sido observado por numerosos autores, se trata de una respuesta aumentada frente a estímulos nocivos tras el consumo puntual y/o continuado de opioides. Los médicos se ven obligados a aumentar las dosis para rebajar el dolor, lo que puede acarrear el desarrollo de un trastorno por consumo de opioides. Además, estas sustancias afectan a los estados emocionales, tanto a la regulación como al desarrollo de síntomas de afecto negativo. El conocimiento de estos efectos adversos abre la puerta para la investigación de nuevos enfoques de tratamiento para el dolor desde el campo de la psicología.

Opioid use has increased dramatically in recent years, becoming a major public health problem. It leads to thousands of deaths per year due to overdose and significant financial expenditures for detoxification treatment. One of the main reasons for this increase is medical over-prescription for the treatment of mild to severe pain. Opioids are highly addictive substances due to their relaxing and analgesic properties, however, their misuse has many consequences that can even reverse these effects. Opioid-induced hyperalgesia is one of the adverse effects that has been observed by many authors; it is an increased response to noxious stimuli following occasional and/or continued opioid consumption. Physicians are forced to increase doses to reduce pain, which leads to the development of an opioid use disorder. In addition, these substances affect emotional states, both regulation and the development of negative affect symptoms. Knowledge of these adverse effects opens the door for research into new approaches to pain treatment from the field of psychology.