ESG y finanzación alternativa (crowdfunding)

Abstract

Los criterios de Environmental, Social y Governance (ESG) están presentes hoy en todas las industrias y sectores económicos y han de tenerse en cuenta en todo momento a la hora de llevar a cabo cualquier inversión. Estos criterios han pasado a tener una especial relevancia en la financiación, tanto tradicional (entidades financieras y renta fija), como no tradicional (crowdfunding); no obstante, cabe afirmar que los criterios ESG, no son más que el culmen de tendencias que llevan décadas presentes.

La realidad es entre los inversores, reguladores, supervisores y entidades financieras, existe una creciente expectativa, casi exigencia, de contemplar el impacto que una inversión puede tener en términos sociales o medioambientales. En el caso de la banca la aplicación de estos criterios se gestionaba tradicionalmente de un modo indirecto a través de sus áreas de responsabilidad corporativa, pero crecientemente se viene incorporando como un criterio más a la hora de evaluar una inversión, junto con la situación financiera, liquidez y solvencia, que siguen siendo necesarios para asegurar el retorno de las deudas derivadas de la financiación. Por su parte las inversiones alternativas como el crowdfunding, han nacido ya contemplando esos criterios ESG como un elemento esencial, dado que la opinión individual de cada inversor tiene un peso enorme a la hora de acometer una financiación.

El crowdfunding ha convertido la financiación de startups y proyectos en algo más accesible, no solo para los que demandan esta financiación, sino que también para los que quieren ofrecerla, que en este caso suelen personas que no tienen grandes patrimonios pero que quieren contribuir en ciertos proyectos y formar parte de iniciativas e ideas. Se puede afirmar que este acceso, potencialmente revolucionario, a nuevas fuentes de financiación, alejadas de las tradicionales como la banca, aseguran que, los criterios de ESG están siempre presentes, permitiendo discriminar entre proyectos. Aparte de los factores éticos y personales, aquellos proyectos que cumplan con requisitos de ESG y que aporten a la sociedad, suelen ser mejor percibidos por estos pequeños inversores ya que ofrecen un mayor atractivo y son potencialmente más rentables en el largo plazo.

Environmental, Social and Governance (ESG) criteria are present today in all industries and economic sectors and must be taken into account at all times when making any investment. These criteria have become especially relevant in financing, both traditional (financial institutions and fixed income) and non-traditional (crowdfunding); however, it can be said that ESG criteria are only the culmination of trends that have been present for decades.

The reality is that among investors, regulators, supervisors and financial institutions, there is a growing expectation, almost a requirement, to consider the impact that an investment may have in social or environmental terms. In the case of banks, the application of these criteria was traditionally managed indirectly through their corporate responsibility areas, but they are increasingly being incorporated as another criterion when evaluating an investment, together with the financial situation, liquidity and solvency, which continue to be necessary to ensure the return of debts derived from financing. On the other hand, alternative investments such as crowdfunding, have already been born contemplating these ESG criteria as an essential element, given that the individual opinion of each investor has an enormous weight when undertaking a financing.

Crowdfunding has made the financing of startups and projects more accessible, not only for those who demand this funding, but also for those who want to offer it, which in this case are usually people who do not have large assets but who want to contribute to certain projects and be part of initiatives and ideas. It can be said that this potentially revolutionary access to new sources of funding, away from traditional sources such as banking, ensures that ESG criteria are always present, allowing discrimination between projects. Apart from ethical and personal factors, those projects that meet ESG requirements and contribute to society are usually better perceived by these small investors as they offer greater attractiveness and are potentially more profitable in the long term.