Determinantes de la brecha de género en el uso de internet

Abstract

La brecha digital representa una de las formas más visibles de desigualdad en la era digital. A pesar de los avances tecnológicos y del incremento global en la conectividad, millones de personas —especialmente mujeres y habitantes de zonas rurales o países en desarrollo— siguen excluidas del acceso equitativo a Internet. Esta problemática no se limita únicamente a la infraestructura tecnológica, sino que responde a un entramado complejo de factores estructurales, culturales, económicos y educativos. Entre las causas más destacadas se encuentran la falta de habilidades digitales, los costes elevados de acceso, el desconocimiento sobre la utilidad de Internet y la percepción generalizada de innecesaridad, influida por contextos socioeconómicos adversos. Además, las tradiciones culturales restrictivas, los estereotipos de género y la inseguridad digital perpetúan la exclusión de las mujeres, limitando su participación activa en la economía digital. Las estadísticas revelan una notable desigualdad en países con bajos niveles de desarrollo, donde el acceso femenino a Internet es significativamente menor. Frente a esta realidad, diversas estrategias han demostrado ser eficaces. Países como Costa Rica, India y Arabia Saudita han implementado políticas públicas, programas de formación en TIC, subsidios tecnológicos y redes de apoyo comunitario para empoderar digitalmente a las mujeres. Estas iniciativas, junto a la educación STEM con enfoque de género y la creación de entornos digitales seguros, son clave para cerrar esta brecha. En definitiva, garantizar una inclusión digital plena requiere esfuerzos coordinados que combinen acceso, formación y transformación cultural.

The digital divide is one of the most visible forms of inequality in the digital age. Despite technological advances and the global increase in connectivity, millions of people—especially women and those living in rural areas or developing countries—remain excluded from equitable access to the internet. This issue goes beyond mere technological infrastructure and stems from a complex interplay of structural, cultural, economic, and educational factors. Key causes include the lack of digital skills, high access costs, limited awareness of the internet’s usefulness, and a widespread perception of non-necessity, often influenced by disadvantaged socioeconomic contexts. Additionally, restrictive cultural traditions, gender stereotypes, and digital safety concerns further perpetuate women’s exclusion, limiting their active participation in the digital economy. Statistics reveal a significant gender gap in countries with low levels of development, where women's access to the internet is markedly lower. In response to this reality, several strategies have proven effective. Countries such as Costa Rica, India, and Saudi Arabia have implemented public policies, digital literacy programs, technology subsidies, and community support networks to digitally empower women. These initiatives—alongside gender-focused STEM education and the creation of safe digital environments—are key to bridging the gap. Ultimately, achieving full digital inclusion requires coordinated efforts that combine access, training, and cultural transformation.