Desafíos procesales en la persecución y prevención de delitos económicos

Abstract

La digitalización acelerada del proceso penal plantea desafíos inéditos para la persecución y prevención de delitos económicos en España, especialmente ante la proliferación de criptoactivos, contratos inteligentes y sistemas de inteligencia artificial. Este trabajo analiza críticamente las carencias del marco procesal vigente en materia de prueba digital, responsabilidad penal en entornos automatizados y formación tecnológica de los operadores jurídicos. A partir de una revisión doctrinal, jurisprudencial y normativa, se propone una reforma integral articulada en tres ejes: la creación de una regulación autónoma y garantista de la prueba digital en la LECrim, el desarrollo de un modelo de compliance 4.0 con auditorías algorítmicas y mecanismos de supervisión automatizada, y la implantación de un plan nacional de formación y certificación tecnológica obligatoria para jueces, fiscales, abogados y peritos. La propuesta integra estándares internacionales como la ISO/IEC 27037:2012 y el Reglamento MiCA, y persigue cerrar la brecha tecnológica, reforzar la igualdad de armas y preservar las garantías procesales en la era digital.

The accelerated digitalization of criminal proceedings in Spain presents unprecedented challenges for the investigation and prosecution of economic crimes, particularly in the context of cryptoassets, smart contracts, and artificial intelligence systems. This thesis critically examines the shortcomings of the current procedural framework regarding digital evidence, criminal liability in automated environments, and the technological training of legal professionals. Through a doctrinal, jurisprudential, and regulatory review, it proposes a comprehensive reform based on three pillars: the creation of an autonomous and rights-based regulation of digital evidence in the Criminal Procedure Act (LECrim); the development of a compliance 4.0 model with continuous algorithmic audits and automated supervisory mechanisms; and the implementation of a national plan for mandatory technological certification and training for judges, prosecutors, lawyers, and forensic experts. The proposal integrates international standards such as ISO/IEC 27037:2012 and the MiCA Regulation, aiming to bridge the technological gap, strengthen equality of arms, and safeguard procedural guarantees in the digital age.