Virginia Cagigal EMP: Abuso en entornos eclesiales

Abstract

Este estudio analiza la relación entre el bienestar psicológico de personas de vida consagrada y tres factores: el funcionamiento relacional comunitario, el estilo de liderazgo ejercido por sus superiores y la existencia y conocimiento de políticas institucionales de denuncia del abuso. Asimismo, se examina la relación entre la presencia de abusos de autoridad, espirituales y sexuales y esas mismas variables. Se evalúa, además, el papel moderador de la resiliencia en ambas relaciones. La investigación se desarrolló con una muestra de 32 personas consagradas, utilizando algunos cuestionarios validados y otros adaptados al contexto eclesial y al español. Los resultados muestran que un funcionamiento relacional comunitario disfuncional y estilos de liderazgo pasivo se asocian con mayor malestar psicológico y una mayor presencia de abusos. Por el contrario, el liderazgo activo y las relaciones comunitarias saludables se relacionan con un mayor bienestar personal y una menor presencia de abusos. Las políticas de denuncia no mostraron una relación estadísticamente significativa con el malestar ni con la aparición de abusos. La resiliencia no se identifica como moderador en ninguna de las relaciones analizadas. Estos hallazgos subrayan la importancia de promover estilos de liderazgo saludables y mejorar las dinámicas comunitarias para prevenir el abuso en la vida consagrada.

This study analyzes the relationship between the psychological well-being of consecrated persons and three factors: community relational functioning, the leadership style exercised by their superiors, and the existence and awareness of institutional abuse reporting policies. It also examines the relationship between the presence of authority, spiritual and sexual abuse and these same variables. In addition, the moderating role of resilience in both relationships is evaluated. The research was conducted with a sample of 32 consecrated individuals, using a combination of validated instruments and others adapted to the ecclesial and Spanish-speaking context. The results show that dysfunctional community relational functioning and passive leadership styles are associated with greater psychological distress and a higher presence of abuse. Conversely, active leadership and healthy community relationships are related to greater personal well-being and a lower incidence of abuse. Reporting policies did not show a statistically significant relationship with either psychological distress or the occurrence of abuse. Resilience was not identified as a moderator in any of the relationships analyzed. These findings highlight the importance of promoting healthy leadership styles and improving community dynamics to prevent abuse within consecrated life.