Cuerpo y sexualidad según Juan Pablo II en relación con la fenomenología de la corporeidad de Maurice Merleau-Ponty
Abstract
La pregunta por el cuerpo no siempre ha tenido lugar prevalente en la reflexión teológica. Es un hecho que a lo largo de la historia humana los filósofos y demás pensadores han guardado silencio, casi reverencial, ante la realidad humana de lo sexual.
¿Por qué somos cuerpo y ese cuerpo se nos presenta rebelde al espíritu? ¿O bien rechazamos el cuerpo o bien rechazamos el espíritu? ¿Qué consecuencias acarrea cuando tomamos el cuerpo como verdadero eje de nuestra reflexión, como el “sitio” (lugar) escogido por Dios para revelarse en plenitud al hombre? ¿Qué forma de entender la persona, el mundo y Dios resulta desde esta perspectiva?
¿De dónde viene este silencio? Podríamos referirlo a la prevalencia del influjo platónico en algunas vertientes de la tradición teológica. Pero realmente la verdadera pérdida del cuerpo como factor teológico ocurrió con la aparición del dualismo cartesiano. Tal olvido encontró caldo de cultivo idóneo en una visión mecanicista del mundo. Por todo ello pensamos que nuestra tesis puede abrir el camino a una visión diferente. Con la ayuda de la fenomenología de Merleau-Ponty y con la antropología teológica de Juan Pablo II y la revelación bíblica, hemos pretendido desarrollar una visión más rica de la corporeidad y la sexualidad humana, que haga posible entenderlas como portadoras de la imago Dei.
Para poder responder a estos interrogantes planteados por la Modernidad, Maurice Merleau-Ponty nos ofrece su análisis fenomenológico de lo real. Todo lo real está formado por notas o propiedades constitutivas. Las cuales no están yuxtapuestas, sino que forman una estructura, un sistema. El hombre no es una dualidad de sustancias completas -cuerpo y alma- al modo cartesiano, ni tampoco una mezcla de “cosa” e “idea”, sino que es una “conciencia encarnada”, es decir, un modo de ser-en-el-mundo. El filósofo francés constata como el cuerpo propio es la realización, actualización o expresión de la existencia humana. Ésta no se da sin el cuerpo y éste, a su vez, recibe el sentido de aquella.
Juan Pablo II nos habla de situar el cuerpo-sexualidad humano en la cima de la Creación divina. Ahí encontraría el cuerpo su “totalidad unificada” y su dignidad, aunque nos plantee no pocos interrogantes. El cuerpo sexuado ha sido elegido por Dios para manifestar su misterio divino y ofrecer así la salvación al hombre. Esta nueva percepción del cuerpo y la sexualidad, la vinculamos en la tesis con el desarrollo de los nuevos estudios filosóficos y teológicos, especialmente desde la fenomenología y el personalismo, que nos invitan a tener más presente el componente subjetivo de la relación humana y el valor mismo de la persona.
La tesis está dividida en tres partes: la primera parte responde a la exigencia de analizar el pensamiento de Merleau-Ponty sobre el cuerpo fenoménico. Ese cuerpo que pasa a ocupar el eje central alrededor del cual gira todo proceso gnoseológico, hasta el punto de convertirse en el auténtico trascendental merleaupontyano. La segunda parte responde a la exigencia de analizar el pensamiento de K. Wojtyla desglosado en siete “momentos” u obras de su itinerario intelectual. La tercera, y última parte, responde a la relación que establecemos entre K. Wojtyla y M. Merleau-Ponty entorno a tres categorías esenciales para la Teología moral: la conciencia, la acción moral y la libertad. The body has not always been a prevalent issue in theological reflection. Throughout human history philosophers and other thinkers have remained silent, almost reverentially silent, on the human reality of sexuality.
Why do we exist as a body, a body that rebels against the spirit? Must we reject either the body or reject the spirit? What happens if we consider the body to be the genuine core of our reflection, as the “location” (place) chosen by God to fully reveal Himself to man? How would this perspective shape our understanding of the person, of the world, of God?
How do we explain this silence? We could attribute it to the prevailing Platonic influence upon some areas of the theological tradition. But it was in fact with the arrival of Cartesian dualism that the body was removed from theological discourse. A mechanistic view of the world created the ideal conditions for such an oversight. We therefore believe that our thesis may pave the way to a different and renewed vision of the body. With the help of Merleau-Ponty’s phenomenology, the theological anthropology of John Paul II and Biblical revelation, we have tried to develop a richer view of human corporeality and sexuality which allows them to be understood as bearers of the imago Dei.
In order to respond to these questions raised by Modernity, Maurice Merleau-Ponty provides us with his phenomenological analysis of reality. All of reality is made up of notes or constitutive properties. These properties are not juxtaposed, but form a structure, a system. Man is not a duality of complete substances– body and mind –in the Cartesian sense, nor a mixture of “thing” and “idea”, but is rather an “embodied conscience”, a way of being-in-the-world. The French philosopher observes how the body itself is the realisation, actualisation or expression of human existence. Human existence is impossible without the body, and the body, in turn, receives its meaning from this existence.
John Paul II talks of situating the human body-sexuality at the pinnacle of divine creation. This would endow the body with its “unified totality” and its dignity, although it does raise a number of questions. The sexualised body was chosen by God to manifest this divine mystery and thereby offer salvation to man. In this thesis we link this new perception of body and sexuality with the development of new philosophical and theological studies, especially those arising from Fhenomenology and Personalism, which favour a greater awareness of the subjective component of human relations and the actual value of the person.
The thesis is divided into three parts. In the first part we analyse Merleau-Ponty’s thoughts on the phenomenological body; the body located at the central axis around which all gnoseological processes turn, to the extent that it becomes the authentic Merleau-Pontian transcendental. In the second part we analyse the thinking of K. Wojtyla divided into seven “moments” or works from his intellectual trajectory. In the third and last part, we forge a link between K. Wojtyla and M. Merleau-Ponty based on three categories that are essential to moral Theology: conscience, moral action and freedom.
Tesis Doctoral
Cuerpo y sexualidad según Juan Pablo II en relación con la fenomenología de la corporeidad de Maurice Merleau-PontyTitulación / Programa
Doctorado en el Programa de TeologíaMaterias/ UNESCO
72 Filosofía7204 Sistemas filosóficos
720404 Sistemas teológico-filosóficos
Palabras Clave
Corporeidad, Sexualidad, Deseo, Intercorporeidad, Lenguaje, Fenomenología, Intencionalidad, Experiencia, Subjetividad, Trascendencia, Matrimonio, Conciencia, Actos morales, Libertad, Karol Wojtyla, Maurice Merleau-PontyCorporeality, Sexuality, Desire, Intercorporeality, Language, Phenomenology, Intentionality, Experience, Subjectivity, Transcendence, Marriage, Image of God, Conscience, Moral acts, Freedom, Karol Wojtyla, Maurice Merleau-Ponty