La medicalización en la educación

Abstract

Los avances de la medicina son uno de los logros más importantes de la humanidad. No es de extrañar, por tanto, que de dichos logros sea también beneficiaría la educación, o mejor dicho, los niños y niñas que cada día deben enfrentarse al reto de mejorar sus competencias académicas, tanto intelectuales como afectivas y sociales, cuando por alguna razón su rendimiento cognitivo o su estabilidad emocional se ven amenazados. El mal uso o el abuso de los conocimientos médicos, en cambio, es una cuestión aparte. Y precisamente ése es el asunto que queremos abordar en el presente artículo ya que nunca antes había habido tantos alumnos sentados en nuestras aulas diagnosticados de algún tipo de alteración psicológica o emocional y tomando medicación para corregirla. Este hecho en sí mismo no es sospechoso de nada, pues es la consecuencia lógica de un mayor conocimiento médico y de una mejor capacidad diagnóstica. Pero tampoco podemos descartar que tal incremento no pueda deberse a otras razones o incluso que, por desmedido, sea la señal inequívoca de que algo estamos haciendo mal.

Advances in medicine are one of humanity's most important achievements. It is not surprising, therefore, that such achievements will also benefit education, or rather, children who are faced every day with the challenge of improving their academic skills, both intellectual and emotional and social, when for some reason Their cognitive performance or emotional stability are threatened. Misuse or abuse of medical knowledge, on the other hand, is a separate issue. And that is precisely the issue that we want to address in this article since there had never before been so many students sitting in our classrooms diagnosed with some kind of psychological or emotional alteration and taking medication to correct it. This fact in itself is not suspect of anything, because it is the logical consequence of a greater medical knowledge and of a better diagnostic capacity. But we can not rule out that such an increase can not be due to other reasons or even that, uncontrollably, it is the unmistakable sign that something is doing wrong.