El soft power de Corea del Sur como herramienta de diplomacia cultural. Análisis de la influencia de la música surcoreana.

Abstract

La globalización ha cambiado la manera en que los Estados se relacionan entre sí. El poder militar ha pasado a un segundo plano, ganando importancia el hacer la diplomacia de una manera más sutil. Por ello, los Estados han comenzado a utilizar otras herramientas no tradicionales de la diplomacia, una diplomacia más cultural, para ganar poder. En este trabajo se analiza la importancia del soft power, poder blando en su traducción al español, como método para ganar presencia en el panorama internacional, sobre todo por parte de los países conocidos como ‘potencias medias’. En específico, se estudia el caso de Corea del Sur y la música pop coreana, también conocida como K-pop, como parte de la ‘ola coreana’ que el gobierno ha utilizado para hacer que Corea del Sur se siente a la mesa con los Estados históricamente conocidos como ‘superpotencias’. Corea del Sur ha basado el crecimiento de su economía en industrias de exportación, por lo que esta industria musical ha sido desarrollada como una industria más que exportar, no como una industria con una motivación artística, a través de la cual ganar prestigio y beneficiarse económicamente. El K-pop, unido al desarrollo de la tecnología, ha creado a una plataforma mundial que Corea del Sur ha aprovechado para crecer económicamente, ganar reconocimiento, y presentarse al mundo como uno de los líderes del continente asiático.

Globalization has changed the way in which States interact with each other. Military power has faded into the background, with other types of diplomacy, in this case cultural diplomacy, slowly becoming more relevant. As a result, states have begun to use other non-traditional and more subtle tools to gain international power. This paper analyzes the importance of soft power as a current method to gain presence in the international arena, especially by countries considered 'middle powers'. Specifically, we study the case of South Korea and Korean pop music, also known as K-pop, as part of the 'Korean wave' that the government has used to make the country sit down at the table of the states that have historically been known as 'superpowers'. South Korea has based its economic growth on export-oriented industries. Thus, this music industry has not been developed as an art-oriented industry, but as one of the government’s export-oriented ones, through which to gain prestige and benefit economically. K-pop, hand in hand with the development of technology, has created a global platform that South Korea has taken advantage of to grow economically, gain recognition, and present itself to the world as one of the leaders of the Asian continent.