El concepto de justicia en el cristianismo y en el marxismo

Abstract

El cristianismo y el marxismo son dos pensamientos que cuentan con una visión muy diferente de lo que es la justicia. Por un lado, el cristianismo parte de la base de que todos los seres humanos son hijos de Dios, y por ello, deben todos tener cubiertas sus necesidades básicas para poder desarrollarse como tales. Además, es fundamental tener en cuenta que un cristiano tiene como modelo a Jesucristo, cuyo mensaje principal que transmitió a través de su vida, es que la defensa de la justica está ligado a la defensa del amor. Según el cristianismo el ser humano ha caído por causa del pecado original y por ello, vive en una situación en la que no es libre para amar y en la que no reina la justicia de manera absoluta en el mundo. El ser humano debe entonces salir de esta esclavitud. Dicha salvación debe perseguirla el cristiano durante su vida en una dinámica en la que cuenta con la gracia de Dios y en la que lucha a través del amor, desde la paz. Por otro lado, se encuentra el marxismo, el cual comparte la visión del pensamiento anterior en el último punto comentado: el ser humano está alienado y como tal, debe llevar a cabo un proceso en el que todos luchen por devolverle su esencia para que así viva acorde a la justica. El ser humano debe a través del método dialéctico, que incluye sobrepasar por una revolución violenta y puntual, abolir la propiedad privada y erradicar la separación de clases. Una vez abolidos ambos elementos, el hombre vivirá en un mundo justo, por fin será libre y podrá ser él mismo en su relación de cooperación con los demás y con el mundo a través del trabajo.

Christianity and Marxism are two approaches that have a very different view of what justice is. On the one hand, Christianity is based on the assumption that all human beings are sons and daughters of God, and therefore all must have their basic needs covered in order to develop as such. Furthermore, it is fundamental to bear in mind that a Christian has Jesus Christ as a model, whose main message he transmitted through his life is that the defence of justice is linked to the defence of love. According to Christianity, human beings have fallen because of original sin and therefore live in a situation in which they are not free to love and in which justice does not reign absolutely in the world. The human being must therefore come out of this slavery. The Christian must pursue this salvation throughout his life in a dynamic in which he relies on God's grace and fights for it through love and peace. On the other hand, there is Marxism, which shares the vision of the previous thought in the last point: the human being is alienated and as such, must carry out a process in which everyone fights to give him back his essence so that he can live according to justice. The human being must through the dialectical method, which includes overcoming by a violent and punctual revolution, abolish private property and eradicate the separation of classes. Once both elements have been abolished, man will live in a just world, he will finally be free and will be able to be himself in his cooperative relationship with others and with the world through work.