La cooperación al desarrollo como herramienta para la deconstrucción de la cultura del abuso y el avance de la igualdad de género: de Beijing a los ODS

Abstract

Podemos decir que los avances en materia de derechos de la mujer desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 han sido muchos. Desde una perspectiva legislativa la mayoría de los países han ido transformando sus normativas para conseguir una mayor paridad entre hombres y mujeres. La cooperación al desarrollo ha sido un instrumento muy útil para visibilizar a las mujeres focalizando una parte de los proyectos con distintos enfoques en aspectos que han mejorado las condiciones de vida de las mujeres y de las niñas tanto a nivel educativo, de salud o laboral pero el impacto de los mismos ha sido irregular geográficamente hablando y en términos generales el tema de la mujer ha sido secundario si lo comparamos con los objetivos prioritarios de las políticas de cooperación, mucho más centradas en la reducción de la pobreza y el fomento del crecimiento económico .A pesar de los avances, sobre todo en lo normativo, aún hoy la desigualdad de género es un problema que afecta a mujeres de todo el mundo de distintas formas y en ámbitos diferentes de nuestro día a día. Los datos de Naciones Unidas muestran que la desigualdad de género está aún muy extendida en todos los continentes. Sin embargo, en las regiones menos desarrolladas, las niñas y mujeres son más vulnerables y deben ser el foco de atención de futuras políticas de cooperación y de la agenda internacional para que ninguna de ellas se quede atrás

We can say that advances in the area of ​​women's rights since the Universal Declaration of Human Rights in 1948 have been many. From a legislative perspective, most countries have been transforming their regulations to achieve greater parity between men and women. Development cooperation has been a very useful instrument to make women visible, focusing a part of the projects with different approaches on aspects that have improved the living conditions of women and girls both at an educational, health or labor level but Their impact has been uneven geographically speaking and in general terms the issue of women has been secondary if we compare it with the priority objectives of cooperation policies, much more focused on reducing poverty and promoting economic growth Despite the advances, especially in the normative, even today gender inequality is a problem that affects women around the world in different ways and in different areas of our day to day life. Data from the United Nations show that gender inequality is still widespread on all continents. However, in less developed regions, girls and women are more vulnerable and must be the focus of future cooperation policies and the international agenda so that none of them are left behind.