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dc.contributor.advisorMartínez Díaz, María Pilares-ES
dc.contributor.authorGarcía Mayordomo, Jaimees-ES
dc.contributor.otherUniversidad Pontificia Comillas, Facultad de Ciencias Humanas y Socialeses_ES
dc.date.accessioned2021-09-13T13:16:24Z
dc.date.available2021-09-13T13:16:24Z
dc.date.issued2022es_ES
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11531/61202
dc.descriptionGrado en Psicologíaes_ES
dc.description.abstractEl nacimiento del primer hijo supone una de las experiencias vitales más significativas para las familias. Con la llegada del recién nacido, la pareja entra a constituir un nuevo sistema parental, definido por las labores de cuidado y crianza. Este proceso evolutivo, conocido como transición a la paternidad/maternidad, puede llegar a significar en los progenitores tanto un periodo de crisis como una oportunidad de crecimiento personal. La investigación ha reflejado que esta transición trae aparejada, como forma de afrontar las nuevas demandas, una significativa “tradicionalización” de los roles de género, según la cual madre y padre adoptan, desigual y respectivamente, roles de cuidadora y sustentador. No obstante, el desarrollo psicosocial de los hijos parece verse favorecido por el cuidado de ambos progenitores. Además, la tradicionalización del modelo familiar entra en conflicto con la incorporación de la mujer al mercado laboral, traduciéndose en una mayor sobrecarga para las madres. La participación del padre en la crianza será considerada positiva en tanto cumpla con las dimensiones de implicación, accesibilidad y responsabilidad. Se ha encontrado que esta última habilidad, referida a asegurarse de que el niño recibe el cuidado adecuado y a tomar la iniciativa en las gestiones necesarias para que así sea, es distintiva de la paternidad no-tradicional. Sin embargo, su puesta en práctica excede el compromiso inicial de muchos varones y constituye la dimensión de la crianza más exigente y difícil de cultivar para los padres, como muestra el estudio sobre anticipación prenatal. En cuanto a las madres, su característico gatekeeping a modo de mecanismo de regulación del contacto con el hijo también ha mostrado ejercer gran influencia sobre la crianza paterna. Desde la intervención psicológica, conviene avanzar hacia una corresponsabilidad parental real que posibilite la consecución del modelo doble ingreso-doble cuidador. Las redes formales deben ofrecer apoyo amplio, diverso y específico, en función de la etapa del ciclo vital y las condiciones familiares concretas.es-ES
dc.description.abstractOne of the most significant life-events a family experiences is the birth of the first child. With the arrival of the new-born, the couple begins to constitute a new parental system, defined by the tasks of care and breeding. This evolutionary process, known as the transition to parenthood, can entail both a period of crisis and an opportunity for personal growth for parents. Research showed that this transition brings with it, as a way of coping with the new demands, a significant traditionalization of gender roles, according to which mother and father adopt, unequally and respectively, roles of caregiver and breadwinner. However, the psychosocial development of children seemed to be favoured by the upbringing of both parents. Furthermore, the traditionalization of the family model conflicts with the incorporation of women into the labour market, which translates into a greater burden for mothers. Paternal involvement in childcare would be considered positive as long as it meets the dimensions of engagement, accessibility and responsibility. It has been found that the latter ability, which refers to ensuring that the child receives adequate care and taking the initiative in the necessary resources to do so, is distinctive of non-traditional fatherhood. Nonetheless, implementing the responsibility exceeds the initial commitment of many men and constitutes the most demanding dimension of parenting and the most difficult to cultivate for fathers, as the study on prenatal anticipation showed. Regarding mothers, their characteristic gatekeeping, a mechanism for regulating contact with their child, has also been shown to exert a great influence on paternal involvement. From the perspective of psychological intervention, it is advisable to move towards real parental co-responsibility which enables the achievement of the dual-earner/dual-carer model. Formal networks must offer broad, diverse and specific support, depending on the stage of the life cycle and the particular family conditions.en-GB
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isoes-ESes_ES
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United Stateses_ES
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/us/es_ES
dc.subject61 Psicologíaes_ES
dc.subject6112 Estudios psicológicos de asuntoses_ES
dc.subject.otherKP2es_ES
dc.titleTransición a la paternidad y a la maternidad: Hacia una corresponsabilidad en la crianzaes_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesises_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/closedAccesses_ES
dc.keywordstransición a la paternidad/maternidad, corresponsabilidad, participación del padre, anticipación prenatal, gatekeeping.es-ES
dc.keywordstransition to parenthood, co-responsibility, paternal involvement, prenatal anticipation, gatekeeping.en-GB


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