Un tejido de "nuevas relaciones" que desconciertan e interpelan a la vida consagrada

Abstract

Con la irrupción de internet en los años 90s y las nuevas tecnologías, los procesos se han acelerado, la globalización es imparable y, con las redes sociales, las relaciones han cambiado completamente. ¿Sólo las relaciones interpersonales? No, han cambiado todas nuestras relaciones: las relaciones familiares, las relaciones de pareja, las relaciones con uno mismo y, con toda seguridad, también la fundante relación con Dios. A veces, no reconocemos este mundo que nos rodea. A veces, no nos reconocemos a nosotros mismos. Nuevos modelos de familia, madres solas por elección, gestaciones contratadas, nuevas relaciones de pareja, nuevos roles de género, nuevas sexualidades, nuevas identidades… Asistimos con cierta perplejidad a un mundo que no entendemos, a un mundo que hoy -como siempre y más que nunca- también está sediento de una palabra de sentido y vida buena, vida en abundancia. En estas páginas, intentaremos hacer un sano acercamiento a estas nuevas relaciones que no sólo nos desconciertan, sino que también -y sobre todo- nos llaman a dar una respuesta evangélica. Para ello, haremos por volver a la fuente de la experiencia cristiana para abrir nuevos caminos y posibilidades inesperadas.

With the advent of the internet in the 90s and new technologies, processes have accelerated, globalization is unstoppable and, with social networks, relationships have completely changed. Just interpersonal relationships? No, all our relationships have changed: family relationships, couple relationships, relationships with oneself and, most certainly, also the foundational relationship with God. Sometimes, we do not recognize this world around us. Sometimes we don't recognize ourselves. New family models, single mothers by choice, contracted pregnancies, new couple relationships, new gender roles, new sexualities, new identities... We are witnessing with some perplexity a world that we do not understand, a world that today - as always and more than ever - is also thirsty for a word of meaning and a good life, life in abundance. In these pages, we will try to make a healthy approach to these new relationships that not only disconcert us, but also -and above all- call us to give an evangelical response. To do this, we will go back to the source of the Christian experience to open up new paths and unexpected possibilities.