Los riesgos de la dolarización en la región de América Latina.

Abstract

América Latina es una región en vías de desarrollo, en la cual cada vez hay más esfuerzos y cambios por parte de los gobiernos para potenciar el crecimiento económico y la estabilidad de sus economías. Problemas comunes en todos los países de la región son los altos niveles de inflación, la volatilidad de los precios y la falta de independencia por parte de los bancos centrales para controlar la política monetaria. Los gobiernos de cada país manejan a su disposición la oferta monetaria, que debería ser independiente del gobierno que este en el poder. En líneas generales, para resolver una situación de crisis, prácticamente todos los países de la región han recurrido a políticas monetarias expansivas, fundamentalmente aumentando la oferta monetaria (cantidad de monedas y billetes en circulación) o devaluar la moneda nacional para tratar de impulsar la economía. El problema es que el remedio se convierte en la enfermedad, ya que al aumentar la oferta monetaria o devaluar la moneda hay más dinero en manos del público, demandarán más bienes y servicios provocando inflación. Como consecuencia de ello, surgen diferentes impulsos para reformar el sistema monetario y tratar de estabilizar la economía. Una de las propuestas más exitosas es el adoptar el dólar como moneda oficial, el proceso de dolarización. Pese a resolver de manera efectiva las presiones inflacionistas, evitar futuras devaluaciones y garantizar la independencia del banco central, también conlleva una serie de riesgos que se deben evaluar. En el siguiente trabajo, por un lado, se abordarán los principales motivos que llevan a un país de América Latina a tomar la decisión de dolarizar. Por otro lado, se revisará los riesgos que genera el régimen monetario de dolarizar tomando de referencia el caso de Ecuador y El Salvador.

Latin America is a developing region, in which governments are making increasing efforts and changes to promote economic growth and stability in their economies. Common problems in all countries in the region are high levels of inflation, price volatility and the lack of independence on the part of central banks to manage monetary policy. The governments of each country manage the monetary circulation at their own discretion, which should be independent of the government in power. Generally speaking, in order to resolve a crisis situation, practically all the countries in the region have resorted to expansionary monetary policies, basically by increasing the money supply (the number of coins and bills in circulation) or devaluing the national currency in an attempt to boost the economy. The problem is that the remedy becomes the disease, since by increasing the money supply or devaluing the currency there is more money in the hands of the public, which will therefore demand more goods and services, causing inflation. As a consequence, different impulses arise to reform the monetary system and try to stabilize the economy. One of the most successful proposals was to adopt the dollar as the official currency, the dollarization process. Although it effectively solves inflationary pressures, avoids future devaluations, and guarantees the independence of the central bank, it also entails a series of risks that must be evaluated.