El sistema eléctrico en el derecho español: Un sistema indispensable que no deja lugar a la ambigüedad en ninguna de sus formas.

Abstract

El régimen jurídico del sector eléctrico español es el resultado de una compleja articulación normativa en el que confluyen los fines de interés general con los intereses de las empresas que llevan a cabo las actividades de generación y el suministro de energía desarrolladas en libre competencia y bajo la esfera del libre mercado, como resultado de la transición liberal que se impuso en nuestro país con su entrada en la Unión Europea. Por el camino, el conjunto de actividades ha pasado de prestarse de forma vertical, bajo el mando de monopolios privados, para integrarse horizontalmente y lograr un sistema único interconectado en todo el territorio peninsular y extrapeninsular en el que el poder estatal absorbe, en gran medida, al poder autonómico. No son pocas, sin embargo, las normas que configuran la técnica regulatoria. La abrumante densidad reglamentaria aprobada tanto por el poder ejecutivo a través de órdenes ministeriales, reales decretos y reglamentos como las circulares expedidas por la autoridad regulatoria independiente, la CNMC, dificulta los criterios de aplicación de las normas hasta el punto de menoscabar la seguridad jurídica como ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones el Consejo de Estado. Todo ello sin perjuicio del marco legislativo establecido por la Ley del Sector Eléctrico y las directrices de carácter obligatorio impuestas por la entidad geopolítica que cubre gran parte del viejo continente con el añadido del creciente auge de la sostenibilidad del planeta. Empero, a pesar del dinamismo y evolución de los fines de interés general y de la normativa supranacional que deben marcar el rumbo a seguir de la normativa española, la introducción de un mecanismo de evaluación ex post de las normas incrementaría la eficacia y la eficacia de todo el sistema.

The legal regime of the Spanish electricity sector is the result of a complex regulatory articulation in which the aims of the general interest converge with the interests of the companies that carry out energy generation and supply activities developed in free competition and under the sphere of the free market, as a result of the liberal transition that was imposed on our country with its entry into the European Union. Along the way, the set of activities has gone from being provided vertically, under the control of private monopolies, to being integrated horizontally and achieving a single interconnected system throughout the peninsular and extra-peninsular territory in which state power has largely absorbed the power of the autonomous regions. However, there are not few rules that make up the regulatory technique. The overwhelming density of regulations approved by the executive power through ministerial orders, royal decrees and regulations, as well as circulars issued by the independent regulatory authority, the CNMC, makes the criteria for applying the rules difficult to the point of undermining legal certainty, as the Council of State has pointed out on numerous occasions. All this is without prejudice to the legislative framework established by the Electricity Sector Act and the mandatory guidelines imposed by the geopolitical entity that covers a large part of the old continent with the addition of the growing boom in the sustainability of the planet. However, despite the dynamism and evolution of general interest purposes and supranational regulations that should mark the course to be followed by Spanish regulations, the introduction of a mechanism for ex post evaluation of the regulations would increase the efficiency and effectiveness of the entire system.