La Lusofonía como herramienta de soft power y el papel de Brasil en la comunidad de países de língua portuguesa

Abstract

La lengua portuguesa, hablada por más de 260 millones de personas en todo el mundo, constituye un elemento fundamental de identidad y cohesión para la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP). Más allá de ser un medio de comunicación, el portugués se erige como una poderosa herramienta de soft power, especialmente para Brasil, que ostenta el papel de nación más grande y poblada de la lusofonía. En el ámbito de la CPLP, el portugués fomenta la cooperación cultural, educativa y económica entre sus miembros. Permite el intercambio de ideas, la colaboración en proyectos conjuntos y la promoción de la diversidad cultural de la lusofonía. A través del idioma, se refuerzan los lazos históricos y se construye un futuro común para los países que lo comparten. En cuanto a Brasil, la lengua portuguesa representa un activo invaluable en el panorama internacional. Su posición como gigante lusófono le otorga un papel protagónico en la promoción del idioma y la cultura portuguesa a nivel global. Esta influencia se traduce en un mayor poder de negociación en el escenario internacional, abriendo puertas a nuevas oportunidades comerciales, políticas y culturales. Es importante destacar que el soft power se trata de la capacidad de influir a través de la cultura, los valores y la lengua. En este sentido, la CPLP y Brasil tienen un enorme potencial para proyectar su imagen positiva en el mundo y contribuir a un futuro más pacífico y próspero. En definitiva, la lengua portuguesa se consolida como un pilar fundamental para la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, especialmente para Brasil. Su papel como herramienta de soft power permite fortalecer la cooperación, promover la cultura y la identidad lusófona, y posicionar a Brasil como un actor relevante en el panorama internacional.

The Portuguese language, spoken by more than 260 million people around the world, is a fundamental element of identity and cohesion for the Community of Portuguese-Speaking Countries (CPLP). Beyond being a means of communication, Portuguese is a powerful soft power tool, especially for Brazil, which holds the role of the largest and most populous nation in the Lusophony. Within the CPLP, Portuguese fosters cultural, educational and economic cooperation among its members. It enables the exchange of ideas, collaboration in joint projects and the promotion of the cultural diversity of the Lusophony. Through language, it strengthens historical ties and builds a common future for the countries that share it. As for Brazil, the Portuguese language represents an invaluable asset on the international scene. Its position as a Lusophone giant gives it a leading role in promoting Portuguese language and culture globally. This influence translates into greater negotiating power on the international stage, opening doors to new commercial, political and cultural opportunities. Importantly, soft power is about the ability to influence through culture, values and language. In this sense, the CPLP and Brazil have enormous potential to project their positive image in the world and contribute to a more peaceful and prosperous future. In short, the Portuguese language is consolidated as a fundamental pillar for the Community of Portuguese-speaking countries, especially for Brazil. Its role as a soft power tool allows for strengthening cooperation, promoting Lusophone culture and identity, and positioning Brazil as a relevant actor on the international scene.