Crisis. Emergencias. Intervención. Desastres

Abstract

Resumen

El duelo es una experiencia a la cual todos nos enfrentamos en algún momento de nuestra vida, la cual marca una etapa esencial en el ciclo vital humano. Adaptarse a la ausencia del ser querido implica trabajar y enfrentarnos ante el dolor asociado a la pérdida. Podemos encontrar diversas formas de afrontamiento, desde la negación inicial del dolor hasta el bloqueo o evitación de los sentimientos asociados a la pérdida. Cada persona afronta el duelo de diferente manera, bien así la diferencia entre ambos es una mejor adaptación o por el contrario dificultar el proceso de duelo y prolongar su duración.

Una vez se inicia el proceso de adaptación a la pérdida, surgen nuevas tareas que desempeñar, como por ejemplo pueden ser asumir la responsabilidad que el fallecido desempeñaba, enfrentar la vida sin él o ajustarse a una nueva realidad. Es importante saber manejar las estrategias de afrontamiento ya que desempeñan un papel crucial en este proceso, ya sean emocionales o que se dirijan al problema en sí. Es importante destacar las diferencias individuales, como personalidad, edad, tipo de muerte, circunstancias del fallecimiento y relación con el difunto ya que influyen significativamente en la forma en que las personas enfrentan el duelo.

Es importante la aceptación de la realidad de la pérdida y la recolocación emocional del fallecido ya que son aspectos clave para continuar viviendo de manera efectiva y tranquila. Este proceso es complicado ya que implica encontrar un espacio psicológico para la pérdida que permita seguir con la vida, sin olvidar al ser querido, pero permitiendo espacio para nuevas experiencias y crecimiento personal.

Abstract

Grief is an experience we all face at some point in our lives, marking an essential stage in the human life cycle. Adjusting to the absence of a loved one involves working through and coping with the pain associated with the loss. We can find various forms of coping, from the initial denial of the pain to the blocking or avoidance of the feelings associated with the loss. Each person copes with grief in a different way, so the difference between the two is either a better adaptation or, on the contrary, making the grieving process more difficult and prolonging its duration.

Once the process of adaptation to the loss begins, new tasks arise, such as assuming the responsibility that the deceased had, facing life without him or her, or adjusting to a new reality. It is important to know how to manage coping strategies as they play a crucial role in this process, whether they are emotional or directed at the problem itself. It is important to highlight individual differences, such as personality, age, type of death, circumstances of death and relationship with the deceased, as they significantly influence the way people cope with grief.

Acceptance of the reality of the loss and the emotional repositioning of the deceased are key aspects to continue living in an effective and peaceful manner. This process is complicated since it implies finding a psychological space for the loss that allows one to continue with life, without forgetting the loved one, but allowing space for new experiences and personal growth.