Nagorno-Karabaj: ¿el final de un conflicto congelado?

Abstract

El texto describe el final abrupto de un conflicto de larga data en Nagorno-Karabaj, donde las fuerzas azeríes lograron una rendición incondicional de las fuerzas armenias, marcando posiblemente el fin de un conflicto que había estado latente desde 1988. Se analizan varios factores clave que llevaron a este cambio, incluyendo el desinterés de potencias como Francia, Estados Unidos y Rusia en respaldar la región autoproclamada de Artsaj y a Armenia.

Se señala la influencia geopolítica de Rusia y su cambio de actitud hacia Armenia debido a discrepancias con su primer ministro, las relaciones con Turquía, y su enfoque en otros asuntos, como la situación en Ucrania. Además, se destaca el desarrollo económico y militar de Azerbaiyán, respaldado por Turquía e Israel, lo que cambió el equilibrio de poder en la región.

La evolución política interna de Armenia, la guerra de seis semanas en 2020 que debilitó al país y su posterior acercamiento a Occidente después de sentirse abandonado por Rusia, también se consideran factores determinantes en este conflicto. El artículo menciona las complejidades históricas y étnicas en la región, así como las consecuencias humanitarias, con desplazamientos de población y una situación precaria para los habitantes de Nagorno-Karabaj.

Se concluye destacando la importancia de los intereses económicos y estratégicos de los actores regionales y cómo estos intereses han influido en el conflicto, planteando desafíos para la estabilidad futura de la región. Además, se sugiere que Armenia necesitará buscar nuevos apoyos tras su decepción con Rusia, mientras las potencias internacionales siguen manejando sus agendas geopolíticas.

The text describes the abrupt end of a long-standing conflict in Nagorno-Karabakh, where Azerbaijani forces achieved an unconditional surrender from the Armenian forces, possibly marking the end of a conflict that had been latent since 1988. Several key factors that led to this change are analyzed, including the disinterest of powers like France, the United States, and Russia in supporting the self-proclaimed region of Artsakh and Armenia.

It highlights Russia's geopolitical influence and its change in attitude towards Armenia due to disagreements with its prime minister, relations with Turkey, and its focus on other issues like the situation in Ukraine. Additionally, it underscores the economic and military development of Azerbaijan, supported by Turkey and Israel, which altered the balance of power in the region.

The internal political evolution of Armenia, the six-week war in 2020 that weakened the country, and its subsequent approach to the West after feeling abandoned by Russia are also considered determining factors in this conflict. The article mentions the historical and ethnic complexities in the region, along with humanitarian consequences such as population displacement and a precarious situation for the inhabitants of Nagorno-Karabakh.

It concludes by highlighting the importance of the economic and strategic interests of regional actors and how these interests have influenced the conflict, posing challenges for the future stability of the region. Additionally, it suggests that Armenia will need to seek new support after its disappointment with Russia, while international powers continue to manage their geopolitical agendas.