La ausencia de la casa religiosa: Uso, abuso y anomalías en su aplicación
Fecha
2006-09-01Autor
Estado
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Mostrar el registro completo del ítemResumen
plasmación legislativa en el CIC 83, dejó también huella en el estatuto
de los religiosos. Aquí veremos un ejemplo de dicho avance personalista
en relación con el instituto jurídico de la ausencia de la casa religiosa,
donde claramente han calado algunos valores aportados por el
mismo Concilio Vaticano II: subsidiaridad y descentralización, apertura
de la vida religiosa a las necesidades eclesiales, sentido de corresponsabilidad
y participación en el ejercicio del gobierno, respeto de la persona
humana, actitud pastoral de los superiores, etc.
El c. 606§2 del CIC 17, suponía sin duda un mayor rigorismo en la
regulación de la ausencia que el actual c. 665, pues prohibía a los superiores
que permitieran a sus súbditos vivir fuera de la casa religiosa, a no
ser por causa grave y justa, y por el tiempo más breve posible. Si la ausencia
pasaba de seis meses, salvo que fuera por razón de estudios, se requería
licencia de la Sede Apostólica.
Más rigor mostraba aún la anterior plasmación legislativa en el CIC 83, dejó también huella en el estatuto
de los religiosos. Aquí veremos un ejemplo de dicho avance personalista
en relación con el instituto jurídico de la ausencia de la casa religiosa,
donde claramente han calado algunos valores aportados por el
mismo Concilio Vaticano II: subsidiaridad y descentralización, apertura
de la vida religiosa a las necesidades eclesiales, sentido de corresponsabilidad
y participación en el ejercicio del gobierno, respeto de la persona
humana, actitud pastoral de los superiores, etc.
El c. 606§2 del CIC 17, suponía sin duda un mayor rigorismo en la
regulación de la ausencia que el actual c. 665, pues prohibía a los superiores
que permitieran a sus súbditos vivir fuera de la casa religiosa, a no
ser por causa grave y justa, y por el tiempo más breve posible. Si la ausencia
pasaba de seis meses, salvo que fuera por razón de estudios, se requería
licencia de la Sede Apostólica.
Más rigor mostraba aún la anterior
La ausencia de la casa religiosa: Uso, abuso y anomalías en su aplicación
Tipo de Actividad
Artículos en revistasISSN
0210-0398Palabras Clave
plasmación legislativa en el CIC 83, dejó también huella en el estatuto de los religiosos. Aquí veremos un ejemplo de dicho avance personalista en relación con el instituto jurídico de la ausencia de la casa religiosa, donde claramente han calado algunos valores aportados por el mismo Concilio Vaticano II: subsidiaridad y descentralización, apertura de la vida religiosa a las necesidades eclesiales, sentido de corresponsabilidad y participación en el ejercicio del gobierno, respeto de la persona humana, actitud pastoral de los superiores, etc. El c. 606§2 del CIC 17, suponía sin duda un mayor rigorismo en la regulación de la ausencia que el actual c. 665, pues prohibía a los superiores que permitieran a sus súbditos vivir fuera de la casa religiosa, a no ser por causa grave y justa, y por el tiempo más breve posible. Si la ausencia pasaba de seis meses, salvo que fuera por razón de estudios, se requería licencia de la Sede Apostólica. Más rigor mostraba aún la anteriorplasmación legislativa en el CIC 83, dejó también huella en el estatuto de los religiosos. Aquí veremos un ejemplo de dicho avance personalista en relación con el instituto jurídico de la ausencia de la casa religiosa, donde claramente han calado algunos valores aportados por el mismo Concilio Vaticano II: subsidiaridad y descentralización, apertura de la vida religiosa a las necesidades eclesiales, sentido de corresponsabilidad y participación en el ejercicio del gobierno, respeto de la persona humana, actitud pastoral de los superiores, etc. El c. 606§2 del CIC 17, suponía sin duda un mayor rigorismo en la regulación de la ausencia que el actual c. 665, pues prohibía a los superiores que permitieran a sus súbditos vivir fuera de la casa religiosa, a no ser por causa grave y justa, y por el tiempo más breve posible. Si la ausencia pasaba de seis meses, salvo que fuera por razón de estudios, se requería licencia de la Sede Apostólica. Más rigor mostraba aún la anterior