La experiencia bíblica de Claret en los conflictos, un modelo para los misioneros en su identidad

Abstract

San Antonio María Claret (1807 -1870) fue un gran amante de la Palabra de Dios. A lo largo de su vida misionera y especialmente en medio de sus grandes conflictos personales, sociales y eclesiales, encontró en la Biblia un modelo de discernimiento, fortaleza y fidelidad a la misión. Claret no veía los conflictos como obstáculos, sino como espacios de purificación y de mayor identificación con Cristo misionero. Inspirado profundamente en las Escrituras, especialmente en la vida de Jesús, los profetas y los apóstoles, Claret asumió las persecuciones, incomprensiones y sufrimientos como parte esencial de su vocación misionera. Pues, así, éste trabajo permite a comprender que, la experiencia bíblica de Claret en los conflictos, ofrece un modelo para los misioneros actuales ayudándolos a: asumir su identidad misionera, buscar en la Palabra de Dios el alimento diario para sostener la misión y comprender los desafíos a luz de la fe, vivir los conflictos como oportunidad de maduración espiritual, y finalmente para mantener la esperanza, recordando que la vocación de ser misionero no depende de los méritos propios, sino de la fidelidad a la Palabra y su espíritu.

Saint Anthony Mary Claret (1807-1870) was an ardent lover of the Word of God. Throughout his missionary life and especially amid great personal, social, and ecclesial conflicts, he found in the Bible a model of discipleship, strength, and fidelity to the mission. Claret did not see conflicts as obstacles, but as a space of purification and of a greater opportunity to identify with Christ the missionary. Inspired deeply by the Scriptures, especially the life of Jesus, the prophets and the apostles, Claret took persecution, misunderstanding and suffering as an essential part of his missionary vocation. Therefore, the work realizes that the biblical experience of Claret in his conflicts offers a model for today's missionaries in helping them: to assume their missionary identity, to seek in the Word of God the daily nourishment to sustain the mission and to understand the challenges in the light of faith, to live conflicts as an opportunity for spiritual maturity, and finally to maintain hope, remembering that the vocation of being a missionary does not depend on one's own merits but on fidelity to the Word of God and its spirit.