La dicotomía Monarquía-República: Su discusión en el caso español

Abstract

A lo largo de este trabajo se lleva a cabo un análisis de república y monarquía parlamentaria en España, o en otras palabras, un repaso del discurso que los defensores de un tipo de jefatura de estado u otra exponen, con el fin de encontrar los puntos fuertes y débiles de cada una, para rebatirlos o bien sustentarlos con argumentos de tipo histórico, político, económico y social. El objetivo final de este estudio no es, pues, concluir cuál es la mejor forma de estado en términos generales, sino que se busca determinar la mejor jefatura de estado para España, tomando en consideración las circunstancias concretas, históricas, políticas, económicas y sociales que se presentan en dicho estado. Tras un recorrido por las cuatro perspectivas mentadas, se puede afirmar que la monarquía parlamentaria es actualmente, la jefatura de estado más conveniente para España. La brevedad de la historia de la república en este estado y la inestabilidad que trajo durante el tiempo en que configuró la jefatura de estado española, son solo algunos de los argumentos que se pueden esgrimir en favor de la monarquía parlamentaria. El papel fundamental del rey en la diplomacia internacional, su legitimación e imparcialidad y la consiguiente identificación de todos los intereses del pueblo en la figura del monarca son argumentos políticos de peso. Por otra parte, el estudio de los presupuestos de la nuestra y otras jefaturas de estado europeas no permite extraer categóricamente que una república sea por lo general más cara que una monarquía y viceversa. Finalmente, la perspectiva más social del trabajo emplea encuestas, que concluyen que los ciudadanos españoles quieren que se les consulte, vía referéndum, acerca de qué jefatura de estado preferirían, pero esto no significa necesariamente que los mismos deseen un cambio en la configuración de la misma, sino que parece más bien que lo que se busca es el refrendo democrático del pueblo en esta cuestión. Dado que las encuestas muestran que el descontento no es mayoritario, cabe cuestionarse al menos si es oportuno convocar o no dicho referéndum.

Throughout this project, an analysis of both republic and parliamentary monarchy in Spain is carried out, or in other words, a study about the speech that the defenders of one type of head of state or the other expose, in order to find the strengths and weaknesses of each one, refuting and supporting those with historical, political, economic and social evidences. Therefore, the final objective of this study is not to conclude which is the best form of state in general terms, but furthermore seeks to determine which, among the two types of head of state that have been chosen, is the best one for Spain, taking into account the concrete historical, political, economic and social circumstances presented. After a review of the four perspectives mentioned, we may conclude that the parliamentary monarchy is currently the most suitable type of head of state for Spain. The brevity of the history of the republic in Spain and the instability that it brought during the time in which its enactment, are only two of the reasons that can be mentioned in favor of the parliamentary monarchy. The king's fundamental role in international diplomacy, his legitimacy and impartiality and the consequent identification of all the interests of the Spanish citizens in the figure of the monarch are main political arguments. On the other hand, from the study of the budgets of our own and other European heads of state, it is not possible to conclude categorically that a republic is generally more expensive than a monarchy and vice versa. For the social perspective, surveys are used, which conclude that Spanish citizens want to be consulted, through a referendum, on what head of state they would prefer, but this does not necessarily mean that they want a change in the configuration of the same, instead, surveys prove that the Spanish just sought for democratic endorsement of the type of head of state they have to live with. Given that the surveys show that the popular discontent is not a majority, it is at least questionable whether it would be a good thing to call the referendum or not.