Relaciones familiares y comunitarias (primarias) como parte del capital social: Con especial referencia a los cuidados

Abstract

El documento de trabajo ofrecer un retrato (o relato) acerca de la evolución reciente, el estado actual y las perspectivas futuras de una parte o dimensión del capital social en España: la relativa a las redes familiares y comunitarias primarias (o informales), con especial atención a los cuidados en el seno de dichas redes y relaciones. En contextos de crisis las redes familiares y comunitarias primarias resisten admirablemente. La familia, que antes de la crisis era el principal capital social que alimentaba el sistema de apoyo, ha intensificado aún más este rol. Se han producido aquí dos tendencias básicas: de un lado se amplía la red de apoyos intrafamiliares, de otro se refuerza la relacionalidad cotidiana entre los miembros de estas redes. En la EINSFOESSA 2007, un 61% de los encuestados manifiestan tener relaciones diarias con la familia, en la EINSFOESSA 2013 este porcentaje ascendió hasta el 68 %. Esta misma tendencia incremental puede apreciarse respecto a las relaciones vecinales. Pero hemos de ser conscientes de que, en buena medida, familia y vecindad están siendo el instrumento de una solidaridad intergeneracional descendente y amenazada por los procesos de individualización y mercantilización propios de la globalización y de la crisis, además de la sobrecarga que la disminución de la natalidad y el incremento de la dependencia funcional suponen. En este sentido, el contraste de los datos de la EINSFOESSA de 2007 y 2013 pone de manifiesto un importante cambio en la expectativa de acción respecto a las personas mayores dentro del sistema familiar, que han visto debilitada su posición como sujetos para el cuidado, para tener que reforzar su papel de sujetos cuidadores, intensificando su aporte al sistema familiar a través de diversas formas de ayuda (compartir sus recursos económicos con hijos y nietos, dedicar más tiempo al cuidado de menores...). Los factores que conforman el reverso de la situación de las relaciones familiares y vecinales afectan además de modo especial a las personas en situación de pobreza y exclusión. Cuando mayor es el grado de ambos procesos, más intensa se hace la necesidad de apoyo de familia y vecinos y, al mismo tiempo, existe más riesgo de desgaste y aislamiento relacional.

The working paper provides a picture (or account) of the recent evolution, current status and future prospects of a part or dimension of social capital in Spain: that relating to primary (or informal) family and community networks, with special attention to care within these networks and relationships. In crisis contexts, the primary family and community networks resist admirably. The family, which prior to the crisis was the main social capital that fed the support system, has further intensified this role. Two basic tendencies have occurred: on the one hand, the network of intrafamilial supports is widened, on the other, the daily relationality among the members of these networks is reinforced. While at EINSFOESSA 2007, 61% of the respondents reported having daily relationships with the family, at EINSFOESSA 2013 this percentage rose to 68%. This same incremental trend can be seen with respect to neighborhood relations. But we must be aware that, to a large extent, family and neighborhood are being the instrument of a descended intergenerational solidarity descended, threatened by the processes of individualization and commodification of globalization and crisis, and overloaded by the increase of the functional dependence supposes. In this sense, the contrast of EINSFOESSA data from 2007 and 2013 reveals a significant change in the expectation of action regarding older people within the family system. Their position as subjects for care have been weakened, meanwhile their role as caregiver subjects has been reinforced. Their contributions to the family system have intensified through various forms of help (sharing their economic resources with children and grandchildren, dedicating more time to child care ...). The factors that make up the reverse of the situation of family and neighborhood relations also affect in a special way the people in situations of poverty and exclusion. The greater the degree of both processes, the more intense the need for support from family and neighbors, and at the same time, there is more risk of relational isolation.