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dc.contributor.advisorMassé García, María del Carmen
dc.contributor.authorValente Fumo, Francisco
dc.contributor.otherUniversidad Pontificia Comillas, Facultad de Teologíaes_ES
dc.date.accessioned2018-06-19T10:08:41Z
dc.date.available2018-06-19T10:08:41Z
dc.date.issued2018
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11531/27806
dc.descriptionLicenciatura en Teología (Máster en Teología)es_ES
dc.description.abstractHace más de 10 años, un grupo de estudiantes de Teología en Mozambique1 tuvimos una experiencia de vida que, por su profundidad, constituye la génesis de esta tesina. Para expresar el contenido de esta vivencia, utilizaré el recurso de la narración. En Bioética, la narración nos sirve para introducirnos en el sentido de la biografía, y, en el caso de esta tesina nos referimos al sufrimiento físico de un enfermo terminal. La narración de esa experiencia humana nos hace conscientes del significado de sufrir dolor ante la cercanía de la muerte en un contexto, además, de escasos recursos materiales. En aquel momento, nos encontrábamos en los primeros años de Teología, en un seminario que acoge estudiantes de todo Mozambique. Muntu2, un compañero de 26 años empezó a enfermar al inicio del año académico. Al cabo de 3 meses, acudió al Hospital Central de Maputo, cercano al seminario y el más grande del país, y nos comunicó que fue diagnosticado de un tipo de cáncer del que era urgente operarse. De hecho, al cabo de dos semanas, fue operado y, posteriormente, se sometió a las seis sesiones de quimioterapia precisadas para los pacientes con este mismo diagnóstico. Aunque debilitado por causa de la enfermedad, siempre infundía esperanza a todos los que nos comunicábamos con él. Cuando terminó las sesiones, tuvo que volver al seminario y todos nos alegramos puesto que se mostraba un poco mejor. En el seminario su condición de enfermo no suponía ningún inconveniente, puesto que siempre nos cuidábamos mutuamente en caso de que alguien lo necesitara, de hecho, en su habitación siempre había gente. Cuidábamos de su alimentación, le ayudábamos con el aseo, y estábamos atentos a sus horas de medicación. Cada uno de nosotros ofrecía el cuidado que podía, y procedíamos como si lo hiciésemos para nosotros mismos. Al cabo de un mes, la alegría y la esperanza que teníamos se tornó en preocupación. Muntu se debilitaba cada vez más y decía sufrir de fuertes dolores. Llegado un momento, de noche, los compañeros de su bloque ya no podían conciliar el sueño debido a los gritos del enfermo que sequejaba de dolores insoportables. En varias ocasiones, tuvimos que llevarle al hospital donde estaba siendo atendido. En una de esas ocasiones, el médico responsable decidió hospitalizarlo para ver si conseguía calmarle los dolores. Después de cinco días internado, el mismo médico llamó al rector del seminario y le dijo que el hospital ya no podía hacer nada por Muntu, y que la mejor solución era llevarlo a casa. Además, nos explicó que nuestro compañero estaba ocupando una cama del hospital que podía servir a otros enfermos con esperanza de curarse. Aquel mismo día, Muntu regresó al seminario, destrozado emocionalmente porque ahora sabía que el mayor hospital del país ya no podía hacer nada por él. La conciencia de ser un enfermo terminal sin ninguna posibilidad de tener asistencia hospitalaria debilitó más el estado físico de Muntu. Entonces, pidió permiso al rector y al obispo para volver a la casa de su familia, que distaba 2240 kilómetros del seminario. Con el permiso concedido, Muntu pasó sus últimas semanas junto a su familia sufriendo un gran dolor físico y sin medicinas adecuadas para quitarle el dolor. La historia de Muntu es la de miles y miles de enfermos terminales que mueren en Mozambique sin acceso al tratamiento del dolor físico. Nuestra experiencia pastoral de salud nos ha permitido acompañar a varios enfermos y enfermas que murieron afrontando el mismo problema. Consideramos que la narración biográfica de la vida de Muntu es la forma más adecuada para transmitir la realidad de un sistema sanitario que, a causa de la escasez de recursos, no consigue ofrecer tratamiento al dolor físico que muchos enfermos terminales sufren al final de la vida. En palabras de Julio Vielva, “la narración es la forma más adecuada para transmitir todas esas realidades, que no son reductibles a datos cuantitativos ni pueden quedar del todo reflejadas en conceptos abstractos”3. En Bioética, la narración biográfica constituye un vehículo de contenidos éticos, por lo que también nos permite conocer el contexto ético donde se inscriben estas vidas4. En este sentido, el respeto a la dignidad del enfermo terminal, el cuidado y la solidaridad que demanda un ser que se encuentra en situación de vulnerabilidad, nos conducen directamente al tema de esta tesina titulada “El cuidado de los enfermos terminales en Mozambique: La solidaridad como principio bioético y propuesta pastoral”. Las palabras del médico de Muntu cuando comunicó al rector del seminario que no podía hacer nada más por su vida, denotaban una gran frustración, que iba más allá del hecho de no poder salvarle, englobando también y, sobre todo, la frustración por no poder atenderle en sus últimos momentos debido a la enorme falta de recursos sanitarios en su país. De la problemática de la falta de recursos, tratará el primer capítulo de esta tesina.En el estudio de la historia del origen de la Bioética se pone de relieve que los cuatros principios básicos del paradigma Principialista se muestran insuficientes para tratar el tema de investigación. La razón es que el principio de justicia se muestra muy limitado para resolver el asunto de escasez de recursos sanitarios en un contexto dado. El sistema sanitario mozambiqueño distribuye sus recursos en áreas prioritarias como salud pública, medicina preventiva, atención primaria, las cuestiones de la salud materno infantil y juvenil, en nuevas técnicas de diagnóstico e investigación clínica, y no tiene presupuesto para unidades de cuidados paliativos. Esta limitación puede paliarse con la perspectiva de la solidaridad en esta área, que nos puede ofrecer una visión diferente. La solidaridad abre horizontes más vastos que la justicia. Nos conecta con la ética del cuidado, con los principios europeos de bioética. Además, la solidaridad está integrada en un concepto fundamental de la filosofía y ética africana, el concepto de Ubuntu, como modo de concebir la humanidad entera. Estos conceptos servirán de base para las reflexiones éticas que se llevarán a cabo en el tercer capítulo. Dicho de otro modo, se reflexionará sobre cómo se puede respetar la dignidad y cuidar a los enfermos vulnerables en contextos de escasez, como fue la situación de nuestro fallecido compañero Muntu. En el primer capítulo se expondrán datos económicos y sociales de Mozambique. Cabe señalar que parte de esta información ofrece lagunas y/o no está debidamente actualizada, debido a dificultades de recogida de datos de instituciones como el Instituto de Estadística (INE) y el Ministerio de la Sanidad (MISAU) mozambiqueño. Cuando ha sido posible, se ha recurrido a datos de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización de Naciones Unidas (ONU) para complementarlos. En el segundo capítulo, referido a las fuentes teológicas, la Escritura y la Tradición de la Iglesia nos ofrecerán elementos importantes para la posterior reflexión ética sobre el cuidado de los enfermos. La solidaridad como principio ético entró recientemente en la reflexión del Magisterio de la Iglesia. Se ha realizado un recorrido investigativo bibliográfico desde el Magisterio de Pio XII hasta la “Nueva Carta de los Agentes Sanitarios” de 2017, con el fin de comprender este concepto y su aplicación a los problemas de esta índole. Este capítulo, además, debería incluir una reflexión del Magisterio de los obispos africanos respecto al cuidado de los enfermos, pero en la investigación bibliográfica no se ha encontrado ningún documento que trate específicamente este tema, a pesar de que África y América Latina son los continentes donde la Iglesia tiene mayor presencia en el campo sanitario. En el tercer capítulo, se plantea una posible solución para el problema biográfico de nuestro compañero Muntu. Aquí se mostrará que la solidaridad es un principio vertebrador de la Bioética, partiendo del hecho que éste conecta con varias éticas. Dentro de esas éticas, hemos dado relevancia a la ética africana, que se comprende a partir del concepto de humanidad compartida o Ubuntu. En este caso también, nos servimos de la reflexión de moralistas y bioeticistas europeos, porque escasean fuentes bibliográficas escritas de moralistas africanos acerca del asunto. Este último capítulo, además de la reflexión ética, cuenta con una propuesta pastoral sobre la solidaridad de la Iglesia en mundo sanitario. Este apartado se justifica por la colaboración de la Iglesia en el Sistema Nacional de Salud Mozambiqueño (SNS). La Iglesia presta su solidaridad a través de la Pastoral de la Salud llevada a cabo por parroquias, prestando asistencia y cuidado a los enfermos en hospitales y centros sociosanitarios de varias congregaciones y siendo toda esta colaboración de la Iglesia en este ámbito coordinada por la Comisión Episcopal de la Salud. La tesina se inscribe dentro de la investigación cualitativa de tipo documental y teórico, y en alguno de los apartados del primer capítulo se ha recurrido a la entrevista a los informantes principales por falta de fuentes escritas. El método que seguimos es el teórico, respetando las etapas de ver, juzgar y actuar de la encíclica Mater et Magistra. Traduciendo este método en lenguaje bioético: diríamos datos (ver), deliberación bioética (juzgar) y consejo ético (actuar)5. Este fenómeno se enmarca en la Teología Moral, en la línea de la “Nueva Carta de los Agentes Sanitarios” que plantea directamente la cuestión del derecho a la protección de la salud a todas y cada una de las personas (n. 141). Además, en el mensaje del Papa Francisco, de 18 de noviembre de 2017, a los participantes en la XXXII Conferencia Internacional sobre el tema “Afrontar las disparidades globales en materia de salud”, explicitó la necesidad de una justa distribución de las estructuras sanitarias y recursos financieros en conformidad con los principios de la solidaridad y subsidiariedad6. El mensaje muestra que el tema de la gestión de los recursos sanitarios preocupa no sólo a los gestores sanitarios, sino a también al Magisterio de la Iglesia. Esta tesina proporciona una perspectiva de solución al problema de la escasez de recursos sanitarios y la falta de Cuidados Paliativos (CP) para los enfermos terminales, teniendo como base el principio bioético de la solidaridad. Esta aportación no se circunscribe al contexto de Mozambique; sin embargo, se inscribe en la preocupación actual de la Bioética contemporánea, que ha pasado de la cuestión del consentimiento informado a la justicia sanitaria. Esperamos que este trabajo contribuya a la reflexión sobre esta cuestión, que es de vital importancia humana.es_ES
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isoeses_ES
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 United States*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/us/*
dc.subject71 Éticaes_ES
dc.subject7102 Ética de Individuoses_ES
dc.subject710205 Ética religiosaes_ES
dc.subject63 Sociologíaes_ES
dc.subject63 Sociologíaes_ES
dc.subject6310 Problemas socialeses_ES
dc.subject631003 Enfermedades_ES
dc.titleEl cuidado de los enfermos terminales en Mozambique : una reflexión teológico-moral y pastoral desde la solidaridad como principio bioéticoes_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/masterThesises_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES


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