Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem: http://hdl.handle.net/11531/105636
Registro completo de metadatos
Campo DC Valor Lengua/Idioma
dc.contributor.authorAlmodóvar Puig, Borjaes-ES
dc.contributor.authorHernández Luque, Beatrizes-ES
dc.date.accessioned2025-09-30T09:21:48Z-
dc.date.available2025-09-30T09:21:48Z-
dc.date.issued2020-01-17es_ES
dc.identifier.issn1989-6913es_ES
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/11531/105636-
dc.descriptionArtículos en revistases_ES
dc.description.abstractEn el debate sobre qué carácter dogmático tienen las medidas de control exigidas ex art. 31 bis CP, podemos concluir que efectivamente son una manifestación de lo que en términos de imputación objetiva se conoce como riesgo permitido. Aplicando los postulados de esta teoría, la persona jurídica se erige ahora en «garante» de la actividad desempeñada por sus administradores y empleados. De este modo, durante la investigación y enjuiciamiento, la sociedad será evaluada conforme a un análisis ex ante, desde una posible doble perspectiva: Para el supuesto de comportamientos activos, si la acción del autor —la empresa u organización, en nuestro caso — ha creado un riesgo jurídicamente desaprobado para la producción del resultado; en segundo lugar, para el caso de comportamientos omisivos, si la supuesta omisión de la entidad —o del órgano de cumplimiento— habría evitado el resultado desaprobado con «una probabilidad rayana a la certeza». Para determinados riesgos imprudentes regulados en otras jurisdicciones distintas de la penal, el análisis de dichos riesgos venía resultando hasta ahora relativamente fácil, pues ante lo que comúnmente muchos entienden como normas en blanco, la jurisprudencia acudía rápidamente a las normas de referencia (en el ámbito del medioambiente o del blanqueo de capitales, por ejemplo). Sin embargo, dado que en delitos de corrupción no es posible encontrar normas administrativas concretas para poder abordar los límites del riesgo, necesariamente deberemos acudir a estándares internacionales de referencia. Por último, el cumplimiento de medidas de control como las expuestas en el presente trabajo, adaptadas siempre a las particularidades y especificidades de cada entidad, deberá entenderse que rompe los presupuestos de la imputación objetiva. En otras palabras, acreditando una adecuada gestión de este tipo de actividades sensibles, en especial mediante la ejecución de controles específicos de monitorización y seguimiento, será posible verificar una actuación dentro de ámbitos razonables del riesgo y, por tanto, exonerarte en términos de responsabilidad penal corporativa.es-ES
dc.description.abstractIn the debate about the dogmatic nature of the control measures required under Article 31 bis of the Criminal Code, we can conclude that they are indeed a manifestation of what is known in terms of objective attribution as permitted risk. Applying the principles of this theory, the legal entity now becomes a "guarantor" of the activities carried out by its administrators and employees. Thus, during investigation and prosecution, the company will be evaluated based on an ex ante analysis, from a possible dual perspective: In the case of active behaviors, whether the action of the perpetrator — the company or organization, in our case — created a legally disapproved risk for the occurrence of the result; Secondly, in the case of omissions, whether the alleged omission by the entity — or the compliance body — would have prevented the disapproved result with "a probability bordering on certainty." For certain negligent risks regulated in jurisdictions other than criminal law, the analysis of such risks has so far been relatively straightforward, since in what many commonly understand as blank norms, jurisprudence quickly referred to reference regulations (in areas such as environmental law or money laundering, for example). However, since in corruption offenses it is not possible to find specific administrative norms to address the limits of risk, we must necessarily turn to international reference standards. Finally, compliance with control measures such as those discussed in this paper, always adapted to the particularities and specificities of each entity, should be understood as breaking the assumptions of objective attribution. In other words, by demonstrating proper management of such sensitive activities — especially through the implementation of specific monitoring and follow-up controls — it will be possible to verify conduct within reasonable risk boundaries and, therefore, be exonerated in terms of corporate criminal liability.en-GB
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isoes-ESes_ES
dc.rightsCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada Españaes_ES
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/es/es_ES
dc.sourceRevista: Diario La Ley, Periodo: 1, Volumen: , Número: 9555, Página inicial: 1, Página final: 20es_ES
dc.titleEl riesgo permitido como defensa de la persona jurídica investigada por corrupciónes_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/articlees_ES
dc.description.versioninfo:eu-repo/semantics/publishedVersiones_ES
dc.rights.holderes_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES
dc.keywordsImputación objetiva Riesgo permitido Responsabilidad penal corporativa Medidas de controles-ES
dc.keywordsObjective attributio Permitted risk Corporate criminal liability Control measuresen-GB
Aparece en las colecciones: Artículos

Ficheros en este ítem:
Fichero Tamaño Formato  
El riesgo permitido como defensa .pdf573,2 kBAdobe PDFVisualizar/Abrir


Los ítems de DSpace están protegidos por copyright, con todos los derechos reservados, a menos que se indique lo contrario.