Novos movementos… Nova xente moza? Nova pastoral? Nova Igrexa?1

Abstract

El artículo analiza el auge de los nuevos movimientos eclesiales en la Iglesia católica, especialmente en España, tras el Concilio Vaticano II y su impulso por los pontificados de Juan Pablo II. Estas asociaciones, mayoritariamente laicas, han captado la atención por su capacidad de movilizar a jóvenes mediante propuestas pastorales innovadoras y masivas, generando tanto entusiasmo como recelo. Los autores destacan cinco rasgos principales: protagonismo juvenil en la organización y liderazgo; valentía para hablar de Dios en espacios públicos; cuidado estético en celebraciones y redes sociales; un estilo de pertenencia flexible y permeable; y una “sana ambición” evangelizadora que busca llegar a más personas. Sin embargo, advierten riesgos y carencias que pueden convertir estas iniciativas en plataformas insuficientes, como el exceso de emocionalismo, la polarización, la superficialidad, el sectarismo o la dependencia de líderes carismáticos. El texto concluye con preguntas abiertas sobre si estos movimientos representan una nueva forma de ser Iglesia y subraya la necesidad de formación, discernimiento y humildad para integrar sus aportes sin perder la esencia del Evangelio. En definitiva, son una oportunidad para revitalizar la pastoral, siempre que se eviten desviaciones y se fomente una vivencia auténtica de la fe.

The article examines the rise of new ecclesial movements within the Catholic Church, particularly in Spain, following the Second Vatican Council and their strong promotion under John Paul II. These lay-based associations attract attention for their ability to engage young people through innovative and large-scale pastoral initiatives, generating both enthusiasm and suspicion. The authors identify five key features: youth leadership and organizational protagonism; boldness in publicly speaking about God; aesthetic care in liturgies, social media, and cultural events; a flexible and permeable sense of belonging; and a “healthy ambition” to evangelize broadly. However, they warn of risks that may render these movements insufficient, such as excessive emotionalism, polarization, superficiality, sectarian tendencies, or dependence on charismatic leaders. The text closes with open questions about whether these movements constitute a new way of being Church and emphasizes the need for formation, discernment, and humility to integrate their contributions without compromising the Gospel. Ultimately, these movements represent an opportunity to renew pastoral work, provided that deviations are avoided and authentic faith experiences are promoted.