Does Consumption of Ultra-Processed Foods Matter for Liver Health? Prospective Analysis among Older Adults with Metabolic Syndrome

Abstract

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) abarca un espectro de alteraciones hepáticas que pueden derivar en enfermedad grave e incluso la muerte. El consumo de alimentos ultraprocesados ​​(AUP) se ha asociado con la obesidad y comorbilidades relacionadas. Sin embargo, la relación entre los AUP y la EHGNA no se ha evaluado suficientemente. Nuestro objetivo fue investigar la asociación prospectiva entre el consumo de AUP y los biomarcadores de salud hepática. Métodos: Se realizó un seguimiento durante un año a 5867 participantes mayores con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico (SM) del ensayo PREDIMED-Plus. Se utilizó un cuestionario de frecuencia de consumo de alimentos semicuantitativo validado de 143 ítems para evaluar el consumo de AUP al inicio del estudio, a los 6 y a los 12 meses. El grado de procesamiento de los alimentos y bebidas (g/día) se estableció según el sistema de clasificación NOVA. El índice de hígado graso no invasivo (IHGN) y el índice de esteatosis hepática (IEH) se utilizaron para evaluar la salud hepática en los tres momentos.Se evaluaron las asociaciones entre los cambios en el consumo de UPF (porcentaje de la ingesta dietética diaria total (g))

y los biomarcadores hepáticos mediante modelos lineales de efectos mixtos con mediciones repetidas.

Resultados: En esta cohorte, el consumo de UPF al inicio del estudio fue del 8,19 % (DE 6,95 %) de la ingesta dietética diaria total en gramos. En los modelos multivariables, cada incremento diario del 10 % en el consumo de UPF durante un año se asoció con puntuaciones significativamente mayores en el Índice de Fatiga Hepática (FLI) (1,60 puntos, IC del 95 %: 1,24-1,96 puntos) y el Índice de Síntomas Hepáticos (HSI) (0,43,

0,29-0,57) (todos los valores p < 0,001). Estas asociaciones persistieron estadísticamente significativas tras ajustar por posibles factores de confusión dietéticos y factores de riesgo de EHNA. Conclusiones: Un mayor consumo de UPF

se asoció con niveles más altos de biomarcadores relacionados con la EHNA en adultos mayores con sobrepeso/obesidad y síndrome metabólico.

Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD) includes a spectrum of liver alterations that can result in severe disease and even death. Consumption of ultra-processed foods (UPF) has been associated with obesity and related comorbidities. However, the link between UPF and NAFLD has not been sufficiently assessed. We aimed to investigate the prospective association between UPF consumption and liver health biomarkers. Methods: We followed for 1 year 5867 older participants with overweight/obesity and metabolic syndrome (MetS) from the PREDIMED-Plus trial. A validated 143-item semi-quantitative food frequency questionnaire was used to evaluate consumption of UPF at baseline, 6, and 12 months. The degree of processing for foods and beverages (g/day) was established according to the NOVA classification system. The non-invasive fatty liver index (FLI) and hepatic steatosis index (HSI) were used to evaluate liver health at three points in time. The associations between changes in UPF consumption (percentage of total daily dietary intake (g)) and liver biomarkers were assessed using mixed-effects linear models with repeated measurements. Results: In this cohort, UPF consumption at baseline was 8.19% (SD 6.95%) of total daily dietary intake in grams. In multivariable models, each 10% daily increment in UPF consumption in 1 year was associated with significantly greater FLI ( 1.60 points, 95% CI 1.24;1.96 points) and HSI (0.43, 0.29; 0.57) scores (all p-values < 0.001). These associations persisted statistically significant after adjusting for potential dietary confounders and NAFLD risk factors. Conclusions: A higher UPF consumption was associated with higher levels of NAFLD-related biomarkers in older adults with overweight/obesity and MetS.