Lo que nos queda para este siglo. Mujeres, cultura e Iglesia

Abstract

Muchos soñamos en una Iglesia un poco más santa que pecadora. Nos anima la esperanza que nos insufla el Espíritu de Dios, presente en nuestras vidas. También los últimos acontecimientos. Las mujeres, parte fundamental de la Iglesia, soñamos con una Iglesia rica en equidad. Sí, digo equidad, y no igualdad. Equidad porque soñamos con una Iglesia que dé a cada uno lo que necesita, que atienda en las necesidades y celebre en comunidad de hermanos y hermanas. Queremos igualdad, sí, pero más aún equidad. Equidad significa valorar a cada uno en su singularidad, y ser justos en las oportunidades, las capacidades y el trato que reciben los distintos miembros de una comunidad. La equidad subraya el carácter justo y misericordioso del Evangelio e invita a la implicación personal.

Many dream in a somewhat holier Church sinner. We are encouraged by the hope that breathes us the Spirit of God present in our lives. Also the latest developments. Women, a key part of the Church, we dream of a rich Church in equity. Yes, I say equity, not equality. Equity because we dream of a Church that give everyone what they need, that meets the needs and celebrate community of brothers and sisters. We want equality, yes, but even more equity. Equity means valuing each in its uniqueness, and fairness in opportunities, capacities and treatment of different members of a community. Equity underlines the just and merciful character of the Gospel and invites personal involvement.