Rescatar los vínculos: el dinamismo de la compasión

Abstract

El individualismo posesivo fundamenta y promueve un marco ético que impide el compromiso profundo para transformar la realidad. No es que la solidaridad haya desaparecido; al contrario, es percibida como un valor positivo, pero suele faltar la motivación para defenderla con un compromiso firme. La sociedad española experimenta una cierta fatiga de la compasión; al menos, de la compasión o la solidaridad practicada puesto que la proclamada parece haberse fortalecido. En estos tiempos de pandemia, la condición vulnerable del ser humano se ha convertido en una profunda experiencia compartida. La sociedad desligada nos interroga sobre cuáles son nuestros vínculos en un mundo interdependiente. Desde el evangelio surge una invitación clara y precisa a ob-ligarnos entre todas las personas, especialmente con las más excluidas. La Iglesia está convocada a una ob-ligación que se tiene que traducir en palabras y obras de todos los cristianos y de la Iglesia en su conjunto. La misericordia, y su correlato la compasión, ha sido comprendida en la modernidad occidental como un sentimiento blando, irracional, innecesario e ineficaz. Frente a la cultura de lo mío urge la cultura de lo común.

Possessive individualism supports and promotes an ethical framework that prevents deep commitment to transform reality. Solidarity has not disappeared; On the contrary, it is perceived as a positive value, but the motivation to defend it with a firm commitment is often lacking. Spanish society experiences a certain compassion fatigue; at least, of the practical compassion or solidarity, since the discourse on compassion has been strengthened. In these times of pandemic, the vulnerable condition of the human being has become a deep shared experience. There is a clear and precise invitation from de gospel: to strengthen the links with everybody, especially with those most excluded. The Church is called to an ob-ligation among people, in words and facts of every Christian and of the Church as a whole body. Mercy, and compassion, have been understood in Western modernity as soft, irrational, unnecessary and ineffective feelings. Against the culture of what is mine, the culture of the common good