El dinamismo de la esperanza desde las cunetas de la historia

Abstract

La esperanza cristiana, como virtud teologal, se saborea con mayor densidad desde las periferias del mundo. Pero, la esperanza cristiana no es una evasión ahistórica de la realidad. Para comprender y desplegar la energía de la esperanza debemos analizar los “cortafuegos” históricos que impiden su desarrollo: el imaginario del miedo que paraliza y aprisiona, la banalización de la injusticia que legitima la exclusión y el “optimismo cruel” que nos promete vidas felices socavando la condición humana. Para construir la esperanza, en un segundo momento, debemos potenciar los espacios que edifican las cartografías para la construcción histórica de la esperanza: comprender la injusticia como principio hermenéutico fundamental, entender a la comunidad y su creación de comunalidad frente al individualismo, como eje sustancial de la vida social, y, por último, ser capaces de escuchar la voz de los excluidos como esperanza que surge de los exilios. Este dinamismo solo adquiere veracidad desde la fuente espiritual, desde la mistagogía histórica, que descubre la “virtud de la latencia” de la esperanza y su fuerza transformadora.

Christian hope, as a theological virtue, is savored with greater intensity from the peripheries of the world. However, Christian hope is not an ahistorical evasion of reality. To understand and unleash the energy of hope, we must analyze the historical "firewalls" that hinder its development: the imaginary of fear that paralyzes and imprisons, the trivialization of injustice that legitimizes exclusion, and the "cruel optimism" that promises us happy lives while undermining the human condition. To construct hope, in a second moment, we must enhance the spaces that build the cartographies for the historical construction of hope: understanding injustice as a fundamental hermeneutical principle, grasping the community and its creation of communalism in the face of individualism as a substantial axis of social life, and finally, being able to listen to the voice of the excluded as hope emerging from exile. This dynamism only acquires truthfulness from the spiritual source, from historical mystagogy, which uncovers the "virtue of latency" of hope and its transformative power.