La regulación contra la financiación del terrorismo tras el 11-S y sus efectos

Abstract

Los atentados del 11 de Septiembre fueron unos hechos determinantes en la geopolítica del Siglo XXI, pues supusieron un antes y un después en la seguridad internacional, en la legislación contra el terrorismo y en el intercambio de información, lográndose una mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo a nivel internacional. Tras el atentado, se comenzó a hacer más hincapié en las formas de financiación del terrorismo al descubrirse como la organización terrorista Al Qaeda había obtenido los fondos necesarios para financiarse, pues hasta entonces los intentos de rastrear la información habían sido prácticamente un fracaso y una actuación individualizada por parte de EEUU. El pionero en todo este proceso fue Estados Unidos, tomando la decisión de congelar todas la cuentas de los miembros de Al Qaeda y emitiendo la famosa “Ley Patriótica”. Tras dicha actuación, el resto de gobiernos del mundo se pusieron seguidamente en marcha para adaptar su regulación y endurecerla. Todo ello ha traído mayores controles en los procesos de identificación de los clientes en las instituciones financieras, un mayor rastreo del dinero procedente de actividades ilícitas y una mayor dificultad para los terroristas a la hora de recaudar fondos por lo que han tenido que acudir a nuevas fuentes de financiación.

The 11 of September was such a determining fact in the geopolitics of the 21st Century. Not only were these facts a turning point in the international security but also in the legislation and exchange of information, achieving a better international cooperation in the fight against terrorism, at international level. After the attack and due to the discovery of the terrorist’s way of funding, the governments of the world began to take more into account de diverse alternatives of terrorism finance. It was until this moment that the attempts to tracking the information had been almost a failure and an individualized action by USA. The pioneer in this process was the USA, taking the decision to freeze all the accounts of Al Qaeda members and passing the “Patriot Act”. Having done this, the rest of the Governments were getting down to adopting their laws and making them harder. This has supposed greater controls in the process of client’s identification in banks, better tracking of the money from illicit activities and a more difficulties for terrorist to raise funds, so that they have had to resort to new sources of financing.