La ciencia no es objetiva: psicología y cultura en la definición de verdad científica; humildad y responsabilidad como valores para la tecnociencia del siglo XXI
Resumen
La ciencia y la tecnología no realizan sus funciones de manera objetiva, sino que se construyen desde los puntos de vista de los individuos que participan de ella y de ellos heredan sus defectos y virtudes. Los seres humanos nos desviamos constantemente de la racionalidad y esto es positivo para la supervivencia, pero perjudicial para la búsqueda de la verdad. En este artículo se describen los sesgos individuales y de grupo que más afectan negativamente a la práctica tecnocientífica, que incluyen los de selección, confirmación, autoridad y confianza. Planteo ejemplos de ciencia y tecnología que se apartan de la objetividad y que tienen un impacto social indeseable, como los giros de 180 grados en las recomendaciones médicas o las aplicaciones que perjudican innecesariamente a unos colectivos frente a otros. Explico estos fenómenos a través de estos sesgos y del paradigma del conocimiento situado, que reconoce que no es posible disociarse de la perspectiva individual. Finalmente, planteo unas breves líneas de actuación que podrían ser de utilidad en la búsqueda de la objetividad, centradas en la humildad y la responsabilidad.
El reconocimiento de la imperfección de la empresa científica y el establecimiento de procesos de mejora es necesario para garantizar una ciencia que se acerque lo más posible a la verdad y una tecnología cada vez más humana.
La ciencia no es objetiva: psicología y cultura en la definición de verdad científica; humildad y responsabilidad como valores para la tecnociencia del siglo XXI