The perseverance of resilient leadership : sustainig impact on the road to Thrive

Abstract

La crisis económica derivada de la COVID-19 ha alcanzado a todos los países, que han sufrido de manera notable los efectos de las medidas destinadas a paliar la emergencia sanitaria. En este contexto, el liderazgo y la resiliencia son fundamentales para quienes dirigen las empresas y para que estas puedan progresar. Acompañar a los profesionales, contar con un plan, una guía a largo plazo, y tener determinación para hacer frente a la incertidumbre, son piezas clave para liderar en el momento actual. Para ello, debemos hacernos preguntas y tomar decisiones complejas.

Alentar y fortalecer a las personas

Aunque las consecuencias de la pandemia han afectado de manera dispar a los distintos sectores de la economía, su impacto ha sido uniforme en las personas. La sensación de incertidumbre, el miedo, la ansiedad, la gestión de las situaciones familiares, la pérdida de seres queridos, etc., requieren de toda la empatía de los líderes para así entender y motivar a las personas.

Las medidas excepcionales que se han tomado para mitigar la expansión de la COVID-19 han generado diversas reacciones en los equipos de trabajo. La mezcla entre el estrés y lo que los psicólogos llaman "pérdida ambigua" ha marcado el día a día del trabajo en medio de la pandemia.

Por ello, se hace necesario un diálogo constante entre el CEO y sus profesionales como fórmula fundamental para sostener a los diferentes equipos que forman parte de la compañía.

Sostener a las organizaciones

El CEO debe preguntarse si está siendo proactivo o por el contrario solo está tomando decisiones para defenderse. Aunque estas últimas fueron necesarias, sobre todo en los primeros momentos de la pandemia, para mejorar hace falta ser proactivo y tomar la iniciativa para encontrar ventajas competitivas.

En una encuesta realizada en junio de 2020 por Deloitte y Fortune, donde se entrevistaron a más de 140 CEOs en el mundo, un 77% aseguró que la pandemia ha generado nuevas oportunidades para adquirir ventajas en su sector. Antes de la expansión de la COVID-19, un 56% de los directores ejecutivos solo realizaba inversiones para proteger su compañía.

El porcentaje de equipos que deben teletrabajar permanentemente, la aceleración en procesos de innovación o las nuevas necesidades derivadas del cambio en el comportamiento del consumidor, son algunas de las decisiones más relevantes a las que se enfrentan los líderes empresariales en estos momentos.

Apoyar a la sociedad

El impacto de un líder resiliente va más allá de sus equipos y su organización. Su impacto debe notarse en las estructuras sociales y económicas, con una posición activa durante el periodo de incertidumbre. Estamos en un momento idóneo para generar bienestar a través del liderazgo y, para lograrlo, es determinante la confianza.

El informe de Deloitte A new measure of trust for consumer industries, refleja que la confianza es un valor tangible para los líderes resilientes. Un 62% de los encuestados aseguraron que compran exclusivamente una marca porque les genera “gran confianza”. La misma tendencia la podemos encontrar de puertas para adentro, ya que, según la encuesta, de los profesionales que depositan mucha confianza en su empresa, solo la mitad buscaría nuevas oportunidades laborales.

Pero no basta con obtener la confianza de los stakeholders, hay que ir un paso más allá y hacer algo con ella. Un ejemplo claro sería el liderazgo frente al cambio climático. La creación de UpLink, una plataforma desarrollada por Deloitte, el Foro Económico Mundial y otras organizaciones, conecta innovadores y emprendedores con expertos para resolver los desafíos de la agenda climática de Naciones Unidas.

Liderar con impacto sostenido

Para lograr un impacto positivo y sostenido en la organización, en las personas y en la sociedad es clave administrar la energía, pues un líder, aún siendo resiliente, necesita reponer fuerzas para decidir ante cada reto. Para ello, es necesario tener una rutina activa y adaptada a la compañía.

En resumen, son los líderes los que están llamados a guiarnos durante la crisis. Deben sostener a sus equipos, a las empresas y al conjunto de la sociedad. Pero para hacerlo también deben sostenerse a ellos mismos. Se trata de una labor compleja que requiere de confianza, valentía, estrategia y perseverancia.